Salud Natural: ¿Es saludable estar gordo o delgado?
Por: Gisela Izard.-
Recientemente he leído un artículo en la Revista CuerpoMente número 138, del Dr. Pablo Saz, médico investigador y docente de la Universidad de Zaragoza, sobre la alimentación desde un punto de vista muy diferente.
El tema es estar preocupado por la comida cuando ya no tienes por qué preocuparte. En general, en nuestra sociedad hay abundante comida y no hay problemas para conseguirla.
Los beneficios de adaptarse
¿Sabes que tu cuerpo tiene capacidad para aguantar sin comer entre 13 y 40 días (hay casos documentados de 300 días, e incluso algunas personas que no comen)? ¿Eso de qué depende? Depende de las reservas de grasa acumulada. Y tu cuerpo tiene también la capacidad para comer, dependiendo del apetito y de que haya comida.
Nuestro equilibrio dentro de esta sociedad está en saber comprender esa capacidad de tu cuerpo y entender su “normalidad”. Si empezamos por ir contra los delgados, gordos o atléticos por su cuerpo… al final, acabamos todos en el psiquiatra por no saber qué hacer con la comida.
O sea, es bueno explorar hasta dónde uno tiene los límites de ayuno y saciedad. Tenemos neveras llenas de comida. Hasta hace unos 50-70 años, la naturaleza, con sus sequías, inundaciones o inviernos, nos imponía sus condiciones. Si había hambre, había que adaptarse y sobrevivir.
Así la capacidad de comer y acumular grasa era una mejor posibilidad de sobrevivir en tiempos de escasez. Ser gorda era una posibilidad de supervivencia, a veces no sólo para la madre, sino también para los hijos, por esta razón, las diosas de la fertilidad eran gordas. Esta realidad ambiental sigue siendo válida, ya que en gran parte de mundo se depende de la naturaleza y de las cosechas.
Pero nuestro mundo harto se planea otros problemas. Algunos médicos consideran un peligro los altibajos en el peso, sin embargo, es un mecanismo fisiológico normal de adaptación a necesidades ambientales.
¿Sabías que?
La naturaleza ha previsto mecanismos de supervivencia y durante milenios nos hemos ido adaptando según necesidades y formas de sobrevivir.
- El que es asténico ha heredado una potencia de sobrevivir con poca comida.
- El atlético, el potencial de (gracias a su mayor capacidad de movimiento) conseguir más comida.
- El pícnico, de, sin tener que moverse mucho, aprovechar los momentos que hay comida para hartarse bien y poder vivir de sus reservas cuando no hay comida.
Cada uno ha heredado potenciales distintos para la supervivencia y debe estar orgulloso de ello. También entrenarlos, sabiendo que hay tiempo para todo, para poder ayunar o para poder disfrutar de la comida abundante y sana, igual que hay un tiempo para estar despierto y otro para dormir.
¿Qué hacer?
- Saber que el cuerpo está preparado para el ayuno y la hartura
- Valorar la comida y entender que la mesura y la frugalidad es fuente de vitalidad, salud y longevidad.
- Comer con el máximo de conciencia posible, poniendo atención tanto al propio cuerpo como a saborear plenamente los alimentos.
- Escuchar los mensajes del cuerpo, sabiendo que éste no es un “almacén”, sino un lugar de transformación, una fábrica química perfecta.
¿A qué esperas para empezar a agradecer a tu cuerpo tal cómo es ahora mismo?
¿Crees que puedes dedicar un tiempo al día o a la semana a admirar la belleza de tu cuerpo?
Una de las mejores cosas de la vida es que debemos interrumpir regularmente cualquier labor y concentrar nuestra atención en la comida. (Luciano Pavarotti).
Te invito a que introduzcas algunas de estas pautas fáciles y sanas a tu cuidado personal diario. Como siempre, escoge las que mejor se acomoden a tu estilo de vida y a cómo quieres cuidar de tu alma. Experimenta y decide por ti misma lo que es mejor para ti.
Si quieres saber mas visita la web www.elartedealimentarte.com.
Gisela Izard
Nutrición Saludable
hola@elartedealimentarte.com
