Joan Gràcia: «Un supermercado no tiene vida, es una máquina de vender cosas, en cambio un comercio de proximidad conoces al amo, te aconseja, hace vida, relaciones humanas»

Por: Antonia Utrera

Joan Gràcia i Oliver (Barcelona, 26 de febrero de 1957) es humorista, actor, director, productor y guionista. Es miembro de la compañía de teatro Tricicle, junto con Paco Mir y Carles Sans. Se conocieron como alumnos en el Instituto del Teatro de Barcelona. Empezaron en la calle en 1979 haciendo espectáculo de mimo y cuatro años más tarde los ficha Chicho Ibáñez Serrador, y les da la oportunidad de hacer un gag en el programa de televisión más visto en España en aquella época: “Un, dos, tres… responda otra vez”. Hicieron una interpretación de la canción de Julio Iglesias «Soy un truhan, soy un señor», que les supuso el reconocimiento en el ámbito nacional.  Se despidieron el 2020, después de cuarenta años sobre los escenarios, con más de ocho mil funciones, cuatrocientos teatros y veinte países. Ese mismo año recibieron el premio Nacional de Cultura. Tricicle continúa produciendo y dirigiendo espectáculos de éxito como «Forever Young», que podremos ver a partir del 16 de marzo en el teatro Poliorama de Barcelona.

«A veces la gente vive la vida sin vivirla»

La comedia musical «Forever Young» de nuevo en la ciudad.

Si, debe de hacer diez, doce años que la dirigimos, la produjimos con mucho de éxito aquí en Barcelona, en el teatro Poliorama. Estuvimos también en Madrid, haciendo gira y fue muy bien. Es un canto a la vida, a vivirla. A veces la gente vive la vida sin vivirla y creo que este espectáculo va sobre esto.

¿Y cual es la historia?

Es un geriátrico donde los mayores son gente que ha sido rockera, cantantes, han estado en el 15M, alternativos, góticos, una mezcla… y ahora se encuentran con noventa y pico de años, cerca de los cien. A pesar de la edad continúan teniendo aquellas ganas de vivir o de recordar aquellos momentos de la vida. Es un espectáculo que va de un lado al otro, en momentos tristes, porque la vejez tiene estos momentos que son tristes, pero tratados con humor, con un punto de esperanza o de futuro, incluso. Continúan teniendo pequeños placeres, quizás no tan a menudo, pero con la misma intensidad.

Tricicle se despidió en 2020, pero continuáis produciendo y dirigiendo.

Si, cada cual por su lado hace cosas diferentes, pero nos juntamos para producir o dirigir, tal como lo dijimos cuando nos despedimos. Paco continúa dirigiendo. Carles ha hecho un espectáculo y yo dirijo unos cabarés que se llaman Lio en Ibiza y en Londres. Y continuamos trabajando. Con espectáculos como este merece la pena continuar produciendo, dándole este toque de Tricicle, de humor, de diversión, no ya arriba del escenario sino desde abajo, dirigiéndolo. Hemos encontrado un poquito lo que a cada cual nos gustaba. Carles, quizás es el más actor de los tres, ha continuado haciendo un espectáculo con mucho de éxito y con mucho valor, de pronto ha asumido un espectáculo solo y además, hablado. Paco continúa como siempre dirigiendo y yo llevo doce años también dirigiendo, me gusta mucho el mundo del musical y del cabaré y allá estoy.

Y después de cuarenta años trabajando juntos, ¿no os echáis de menos?

Sinceramente, no, porque hemos estado cuarenta años, hemos pasado de todas. Yo particularmente, subido arriba del escenario me han aplaudido durante cuarenta años, hemos llenado el teatro, mi ego está a rebosar. Y después si haces cosas con éxito, como las hace Carles o Paco o yo mismo, y ves que encima del escenario lo que tú has pensado, lo que tú has dirigido funciona, pues ya está.

Yo me refería a nivel humano, entre vosotros…

Continuamos teniendo contacto, lo que pasa es que hemos sido como un matrimonio de cuarenta años, que hay momentos que dices «una temporadita tengo ganas de no verte», ¿no?!, cada cual a su cama (ríe).

Sobre los escenarios se os ha visto entre vosotros muy colaborativos, sin egos.

Siempre lo hemos controlado mucho esto, ninguno de nosotros ha pensado que era el líder. Cada cual ha aportado en su momento el tanto por ciento necesario para hacer un producto, con una fórmula química perfecta, para que saliera bien.

«Soy un «disfrutón», veo el vaso medio lleno»

Vuestros inicios fueron en la calle.

Si, piensa que una compañía de mimo desconocida no la contratan en ningún teatro, entonces empezamos en la calle. De aquí pasamos a un café teatro, al Llantiol. Cuando teníamos varios squetchs hicimos un espectáculo, probamos en las ferias, la Feria de Tárrega fue la primera, allí tuvimos éxito, después fuimos a un teatro… Hemos tenido la suerte de no ser «flor de un día», no hicimos un espectáculo y el segundo fue malo, sino que el segundo fue mejor, y el tercero mejor y así hasta llegar hasta aquí. No hay ningún espectáculo que el público haya venido y que no hayan salido contentos, o que la crítica nos haya dicho, «ahora no les ha salido bien el espectáculo». También hemos sido muy activos, muy inquietos, hemos hecho cine, incluso radio, publicidad, series, de todo.

No os habríais imaginado este éxito.

No, yo me recuerdo que al principio había gente que nos decía, -porque hubo un momento que salimos de España y nos encontramos en muchos países y con mucho éxito en muchos lugares- y la gente decía «claro, por eso han escogido el no hablar, para poder salir». No, nos pensábamos que saldríamos, ni que subiríamos arriba de un teatro. Después si, pero en los inicios no piensas nada, piensas en divertirte. Y sobre todo, que haciendo humor esperas que la gente se lo pase bien, y ya está, esto es el que esperas, y nada más.

Nos habéis regalado muchos buenos momentos, mucha alegría, con más de seis mil representaciones.

Seis mil funciones? en cuarenta años? Muchas más!, hacíamos una media de doscientas funciones al año, pues imagina, muchas más…

¿Cuál fue la clave de vuestro éxito?

La clave creo que es hacer un humor diferente, que llega a todo el mundo, a todas las edades, a todas las clases sociales, porque es un humor yo diría que ingenuo, a veces surrealista, otros, inteligente. La gente veía cosas que le podían pasar a ellos. Un humor muy cerca del ser humano. Y el hecho de no hablar, de alguna manera hace que puedas viajar a muchas culturas. Y después también que a nivel de humor, tú puedes hacer un chiste que puede durar un minuto y al final ríen, no?. Nosotros no, con nosotros cada diez segundos puede haber una risa. Se trataba de esto. La gente salía encantada de los espectáculos. Nos han dicho de todo, que han entrado a la sala tristes por algún hecho, y han salido eufóricos, riendo, olvidándose de este problema. Seguramente el estar una hora riendo se les ha hecho más dulce el problema.

Necesitamos el entretenimiento y más ahora con la pandemia.

La pandemia y también la situación en el mundo. Antes de la pandemia tampoco estaba demasiado bien. Si no es la política es la enfermedad, si no los impuestos, si no el paro, si no el terrorismo, quiero decir…  Estamos bombardeados, la gente necesita evadirse, distraerse.

Y también encontrarse físicamente y compartir, ¿qué mejor que en un teatro?

Sí, es un hecho único que te queda en la memoria, lo que has sentido en aquel momento. Es una experiencia. Todas las bellas artes, la pintura, las puedes ver siempre, en cambio, el teatro es un hecho, que el día siguiente solo porque cambia el público, o por el estado de ánimo de los mismos actores, toma unas dimensiones totalmente diferentes.

» Prefiero irme al cine o al teatro que ver una peli en casa y prefiero ir a un restaurante que pedir un delivery a casa”

Estás muy vinculado al arte.

Yo creo que todos los actores están cerca del arte. Un actor está cerca de la música porque la utiliza, está cerca de la danza, está cerca del cine porque ve cine incluso para inspirarse en personajes. Cerca de la pintura porque está rodeado de una escenografía que alguien ha pintado o ha dibujado. Todas las artes están interrelacionadas, si tienes un mínimo de sensibilidad te gustará. Y conozco mucha gente que es actor y pinta, o es actor y es músico también, o baila y canta.

También pintas.

Sí que pinto, pero como aficionado, lo hago para mí, no me veo en una galería ni como modus vivendi. Es lo que te decía, interrelacionado con otros artes, eso sí, cada cual sabe lo que sabe.

¿Algún hobby?

Muchos! pinto, hago objetos de madera que encuentro en desuso. Es un hobby, un tiempo concentrado en otra cosa.

Y la cocina también te gusta.

Me gusta mucho, sé hacer cuatro platos bien hechos. Si estuviera solo podría mantenerme bastante bien comiendo bien. Tengo una mujer que cocina mejor que yo, entonces compartimos. Y tengo muchos amigos cocineros, soy presidente de la pequeña sociedad gastronómica…

Tus invitados deben de irse contentos.

Siempre cocinamos y lo comemos entre todos, como un tipo de txokos vascos, pero hechos aquí.

Aparte de «Forever Young» ¿alguno otro reto?

Vivir, y vivir bien. Tengo un lema que no es muy original «yo disfruto de la vida y cuando disfrutas de la vida con las cosas que haces, haces disfrutar a los demás también. Si tú estás en el escenario para hacer disfrutar al público, tienes que disfrutar tú. Y yo soy un «disfrutón», veo el vaso medio lleno. Pienso que la gente es buena y que se tiene que disfrutar. Prefiero irme al cine o al teatro que ver una peli en casa. O prefiero ir a un restaurante que pedir un delivery a casa. Y prefiero tomar una copa con amigos que hacerlo solo en casa, porque beber solo es la cosa más estúpida del mundo. Me gusta compartir.

¿Vives aquí en Barcelona?

Mi domicilio, digamos fiscal, está en Barcelona, pero vivo mucho en Ibiza porque trabajo desde hace unos años allá. Y en otros lugares, en Londres, Mykonos, Las Vegas…

Te encanta poner proyectos en marcha.

Si, si me explican cosas y me entusiasmo. Cómo te decía antes, soy positivo, veo las cosas positivas de la gente, o de los proyectos. Si no, no haríamos nada. Si tú ves un proyecto y lo ves negativo, no lo haces. O le pones positividad o plega. La gente que hace un negocio y piensa «el punto 0 ¿cual es?», claro, se tiene que saber, pero tú estás haciendo un negocio para que vaya al cien por cien, no para que vaya al cincuenta. Porque si piensas que irá al cincuenta, no hace falta que lo hagas, no hace falta que pienses, no hace falta que gastes energía, ni dinero, ni nada de esto. Piensa que irá bien. Y si ves que dudas, pues no lo hagas. Pero si te gusta no tienes que dudar. Si tienes que pasar el día fuera y está lloviendo, pues mira, los árboles crecerán…

Naciste en el Poble Sec de Barcelona

Si, yo soy del Poble Sec y continúo siendo del Poble Sec, aunque viva en Vía Augusta con Travesía de Gracia. Me siento de barrio porque nunca he dejado de tener los pies en el suelo. Sé de dónde vengo y esto me va muy bien. Te hace que no se te suban los humos por nada, aunque te vayan bien las cosas pienso que si fuera mal, tengo la experiencia de ser de barrio. No te pegarías un tiro por eso, se entiende. Hay gente que se le ha ido “la bola” y renegaría de su barrio, porque ha sido y ahora no lo es. Pues yo no.

¿Qué te parece una revista de proximidad como la Acelobert?

Pues como te decía, intento no ir a supermercados, intento ir a tiendas especializadas de comida, me gusta ir a los restaurantes, me gusta ir al cine, al teatro. Un supermercado no tiene vida, es una máquina de vender cosas. En cambio, un comercio de proximidad conoces al dueño, te aconseja, hace vida y hace relaciones humanas.

Muchas gracias, Joan, que vaya muy bien con «Forever Young»

Si, cuando la veáis ya veréis, os encantará! es divertida y toca mucho el corazón.

Antonia Utrera