Hombres Igualitarios: » El compromiso ético de los varones en erradicar la violencia de género»

Por: José Ramón Merentes Correa.-

Este artículo trata de promover que la mayoría de varones se comprometan en erradicar definitivamente la violencia contra las mujeres.

En la realidad, la violencia que producimos los varones contra las mujeres no se limita al acto físico del golpe, insulto, la vejación, o aun el asesinato (que, por ser el más extremo y definitivo, es el único que sale en los telediarios). Se han identificado distintas formas de violencia contra las mujeres: no sólo la física, la que las hiere o mata. Podríamos hablar de la violencia simbólica, que valora negativa o peyorativamente lo femenino (“corres como una nena”, dicho de alguien que corre mal). La violencia en el discurso (y no solo la violencia verbal que produce el varón en una discusión «acalorada»), íntimamente relacionada con la anterior y que se produce constantemente en la publicidad, cuando usamos el cuerpo de las mujeres (o su idealización masculina) como reclamo comercial. La violencia sexual es la que ataca el derecho inalienable de las mujeres a disponer de su propio cuerpo, sin interferencias ajenas a su propia voluntad (esto incluye la violación, aun la cometida por su pareja y, por supuesto, la legislación que le prohíbe abortar y la castiga por ello). Y así podríamos hablar de los diferentes tipos de violencia de género, dirigidos a sojuzgar a las mujeres y a mantenerlas en una situación de vulnerabilidad-dependencia y en una condición secundaria con respecto a los varones.

Cuando hablo de «compromiso ético» me refiero a la decisión de cualquier individuo, a comprometerse a promover un estado de cosas que haga imposible el surgimiento (o resurgimiento) de la violencia como discurso o acción justificable.

Cultura de la solidaridad.

Lo que yo pediría es ponernos cada uno en el lugar del otro. Y reconocer que quienes tenemos ciertos privilegios, tenemos deberes que cumplir. Si soy un varón blanco heterosexual, podría usar esos privilegios para ayudar e integrar en mi sociedad a quienes no son como yo, ni varones, ni blancos, ni heterosexuales. Porque no son las mujeres heterosexuales las únicas víctimas de la violencia de género, aunque sean las más visibles.

La expresión «compromiso ético» se refiere a una convicción interna, profundamente sentida y asumida, indiferente a todos los estímulos del entorno machista que nos llevan a «dejarnos llevar» y caer en la tentación facilista y acomodaticia de obedecer al tribalismo machista.

A ese compromiso ético me refiero. Es un sentimiento espiritual, profundamente arraigado y asumido, al ver la igualdad como un objetivo imprescindible para todas las personas, y vernos a nosotros mismos como parte necesaria, insoslayable de ese esfuerzo creador de cambio, de un cambio necesario, vital.

Este sólo se podría lograr mediante un acuerdo social sobre ciertos valores éticos que orienten ese cometido hacia su destino. Se logra en el barrio, pero sólo como parte de una red más amplia, que abrace a toda la sociedad. Se logra aprendiendo y promoviendo la empatía, actitud que considero imprescindible en este esfuerzo de vida.

José Ramón Merentes Correa

Homes Igualitaris AHIGE

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