Albert Prat: » Es la historia de tres hombres, leñadores, que se han auto-exiliado en una isla desierta porque no quieren saber nada de las mujeres”
Por: Antonia Utrera.-
Albert Prat (Salrà, Girona, 26/3/1983) es actor de teatro, cine y televisión. Su primer trabajo fue en la serie de televisión “Jet Lag” a la edad de veintiún años. Se formó en el Colegio del Teatro en Barcelona. Lleva veinte años sobre los escenarios. Lo hemos visto en casi cuarenta obras de teatro: “Ensayo sobre la Ceguera”, “Crimen y Castigo”, “Reisefhürer”, “Los Subordinantes”, “Cyrano”, “Islandia”, “Las brujas de Salem”, etc. En televisión a series como “Ventdelplà”, “Pulseras Rojas”. Y en el cine en “Segundo Origen”, “Los días que vendrán”, etc. Cofundador de la compañía de teatro independiente “La Ruta 40” en 2011. Estos días lo podemos ver en el Teatro Poliorama representando una comedia muy divertida haciendo el personaje de Verd Mar en “La Ternura” de Alfredo Sanzol.
Albert o Bertu?
Bertu me llama mi abuelo y también David Verdaguer… (ríe)
“La Ternura” en cartel en el Poliorama, hasta el 4 de agosto.
Exactamente.
O sea, tenemos solo este mes para venir a veros.
Exactamente. Creo que no hay noticias de que vuelva.
«La Ternura» es un reestreno. ¿Se hizo por primera vez en 2019. Tú ya estabas?
No, yo hice la gira que se hizo después del estreno. Todo esto fue justo antes de la pandemia.
Hay algún cambio respecto de la primera vez?
No, solo cambios pequeñitos que hemos encontrado en los re ensayos. Hemos re ensayado 3 semanas, y el cambio más sustancil es la Anna Castells, que hace el papel de Elisabeth Casanova, y Javi Beltrán, que es quien hacía originariamente la temporada aquí, pues ahora hago yo su papel.
Hombres y mujeres, en paralelo…
Sí, hay como dos historias que empiezan paralelas y se encuentran, Nosotros somos la banda de los hombres, dijéramos, y Jordi Rico, que hace del padre, que tiene dos hijos, el hijo grande que soy yo. Somos leñadores que vivimos en una isla desierta. Y yo soy el leñador Verd Mar. Entonces hay el leñador Azul Cielo, que es Ferran Vilajosana, que es el hermano pequeño o el hijo pequeño de Jordi Rico.
Azul Cielo. Y tú ¿Verd Mar?
Verd Mar. Nombres sugerentes, sí.
Una comedia en la línea shakespeariana.
Sí, es un homenaje que hace Sanzol porque realmente, cuando sientes el texto o cuando lo lees o cuando lo trabajas, tienes la sensación de que se está haciendo casi un Shakespeare, como de hacer un teatro más antiguo, no? a pesar de que es una obra absolutamente contemporánea.
¿Cuál es la historia?
Pues la trama son tres hombres que se han auto-exiliado en una isla desierta, porque están el padre y el hermano grande, que han tenido muchas heridas amorosas y no quieren saber nada de las mujeres, y se auto-exilian en una isla desierta, junto con el hijo pequeño, que cuando pasa este exilio, dijéramos -todo esto son previos a que empiece la obra- el hijo es muy pequeño. El niño, Ferran, el personaje del Azul Cielo, ya tiene 24 años cuando empieza la obra, y ellos celebran que hace 20 años que están aquí, sin mujeres, sin problemas, viviendo ellos solo, muy felices. Y por el otro lado está la historia de las chicas, que es una reina con sus dos hijas que están viajando en un barco y están muy cansadas de los hombres y deciden hundir, porque tiene poderes mágicos la reina, hundir el barco para instalarse en esta isla y poder vivir en paz sin los hombres, que también se las han hecho muy mal en la vida. Y un poco de esta situación se acaban encontrando, dijéramos, los tres hombres y las tres mujeres, que para sobrevivir las mujeres o para intentar pasar desapercibidas, porque se piensan que no hay nadie en la isla y en realidad descubren que hay tres leñadores, pues pasan una serie de cosas y de engaños y de aventuras y de líos, que son unas tramas muy típicas de las comedias de Shakespeare y crean unas situaciones divertidísimas y muy locas. Hago un poco así resumido, así, sin hacer ningún espòiler.
Pero parece muy divertido, no?
Sí, sí, es muy divertido.
Las heridas amorosas muchas veces marcan nuestras vidas. Y ellas parece que lo que quieren es no depender de los hombres, sobre todo la reina madre…
Sí, y las hijas también están de acuerdo. Quiero decir, que en este sentido ellas van juntas.
Ya, pero la que marca es la reina y en el caso de los leñadores es el padre. O sea, los hijos dan continuidad a las heridas de sus padres, de los adultos…
A nuestra familia, digámoslo así, el pequeño tiene algunos más conflictos puesto que no ha visto nunca una mujer y tiene muchas ganas de ver una y esto no lo acaba de entender, dijéramos, que todos los animales tengan hembra, va diciendo, y que él no lo acaba de encontrar normal, es este el conflicto con el que se pone en marcha la historia, con el hijo pequeño.
Y tú haces de hermano grande, el Verde Mar.
Exactamente, sí
Pues se me despiertan muchas ganas de venir a verla, que todavía no lo he visto. Llevas un montón de años trabajando en el teatro. ¿Cuando empezaste?
A mí se me mezcla un poco. Mira, yo vine a Barcelona el 2000, porque yo soy de un pueblo de Girona que se llama Salrà.
¿Un pueblo pequeño?
Sí, no tan pequeño, cada vez es más grande, pero yo soy de allá y vine a Barcelona a estudiar interpretación y yo creo que empecé a trabajar a los veintipocos. Exactamente no sé decirte, hago teatro desde hace mucho… cuando estudiaba ya empezaba a hacer cosas en teatro. Entonces, sí, muchos años.
¿Desde pequeño ya querías ser actor, o te viene de familia?
No, no, yo no tengo antecedentes, dijéramos, de familia, ni nací en un pueblo que tuviera mucha actividad teatral, pero sí que de pequeño y de jovencito hacía teatro en una escuela de Girona que se llama El Galliner, que todavía funciona, y empecé haciendo teatro extraescolar, como quien hace fútbol. En fútbol yo no era muy bueno, en otros deportes tampoco era nada hábil. De alguna manera me encontré cómodo haciendo teatro, me lo pasaba bien, y un poco cuando tocó la hora de decidir qué tenía que hacer, pues me pareció que me gustaba bastante como para intentar probarlo. Y me encontré y aquí estamos, con 40 años.
Empezaste y dijiste, adelante!
Hombre, y me divertía mucho y me sigue divirtiendo mucho, este oficio. No todo el mundo puede divertirse en el trabajo.
Además tuviste el apoyo de la familia.
Sí, y fui al Colegio del Teatro, que es una escuela que está en Montjuic, en Barcelona, de dónde han salido muchos actores. Es una escuela maravillosa de la que guardo muy buenos recuerdos.
Y ya no paraste de hacer teatro…
Sí, sobre todo he hecho teatro.
También has trabajado en cine y televisión, te hemos visto en «Ventdelplà», en «Jet Lag».
Sí, sí, «Jet Lag» tiene gracia porque creo que es lo primero que hice. Fue un capítulo. Sí, sí, hace muchos años y debía de tener veinti muy pocos años. Yo diría que es lo primero en tele que he hecho en la vida, el «Jet Lag».
En tu cuenta de Twitter dices que eres camarero de vocación. Esto me lo tienes que aclarar…
Esto es una broma, es un chiste entre actores que le preguntan: ¿A qué te dedicas, eres actor? Ah, y en qué bar trabajas? Es un poco esto. Y hace gracia pensar que hay muchos camareros que en realidad tienen vocación de actores. A mi me hacía gracia pensar que yo hago de actor mientras no encuentro trabajo en un bar. Era un poco darle la vuelta… Porque evidentemente mi otro trabajo, en los inicios, cuando no me ganaba exclusivamente la vida haciendo de actor de teatro, o de teatro de televisión o lo que sea, pues hacía de camarero… Pero creo que la última vez que trabajé de camarero fue en 2010.
O sea que tú eres camarero, y cuando no tienes trabajo haces de…
Pero ahora por suerte no puedo trabajar de lo mío, dijéramos (ríe)
También has hecho cine. ¿Cual fue la última?
No lo sé, porque hace mucho tiempo que no he hecho cine.
¿“Los días que vendrán” en 2019?
Ah, sí, “Los días que vendrán”, es cierto. Pues sí, probablemente es lo último que he hecho. Hago un papelito muy pequeño. Siempre hago papelitos pequeños. “Segundo origen” hace más tiempo, en 2015.
Lo que más te gusta es hacer teatro…
A ver sí, me gusta mucho, también mira, la vida me ha llevado a hacer más teatro. Y también tengo una cosa como de compromiso con el teatro. Quiero decir, muchas veces que te dicen, ostras, hay posibilidad de hacer esto? Con el teatro muchas veces estás comprometido para mucho tiempo y cuando estás comprometido, a mí me cuesta mucho decir, no, no, pues no haré esto, voy a hacer lo otro, ¿sabes? Y mira, no lo sé, me han llamado más para teatro que para cine.
Alguna obra más significativa para tí de las que has hecho?
Sí, hay obras que son…Mira, una que hicimos con mi compañía, justo también cuando hice “La Ternura”, la gira. Yo tengo una compañía que se llama La Ruta 40, e hicimos una cosa que se llamaba Reisefhürer, en el Teatro LLiure, y esta es una obra que me ha marcado profundamente por la manera que hacíamos, era una cosa muy especial y es una obra que, seguramente no es la obra que interpretativamente más, no sé cómo decirlo, que más me han aplaudido o que han dicho “que bien que lo hacías allá”, pero yo me lo pasaba tan bien y disfrutaba tanto que es una obra que, ostras, que sí, que me estaría mucho tiempo, sabes? Y más, ahora que dices, también me lo he pasado muy bien con una cosa que hicimos en el Nacional, que se llamaba Islandia, un texto de Lluïsa Cunillé, y esto debía ser en 2017, porque fue alrededor del referéndum, creo, y con esta obra también era muy feliz haciéndola. Y “La Ternura” también tengo muy, muy buen recuerdo, porque creo que comedia, comedia cuesta mucho, en realidad cuesta mucho que se hagan, o hay pocas, o yo he pescado pocas, y es divertidísimo, es una maravilla hacer que el público ría, o sea, está muy bien, entonces por eso también tengo muy buen recuerdo y me hace muy feliz que se vuelva a hacer.
Hacer comedia y que la gente durante un ratito se lo pase bien.
La risa cura, la risa es maravillosa, es fantástico, tanto hacerlo, como de espectador, o sea, reír es un placer, es un placer muy grande.
Y sanador.
Sí, sí, totalmente. Y “La ternura” es una obra que es tan claramente comedia, comedia, comedia! Tiene más cosas, tiene más matices, tiene más profundidad, pero en esencia es una comedia. Entonces, cuando funciona, que suele funcionar siempre, es un gozo, es una “gozada” que dicen.
Claro, situaciones…
…de delirio, de delirio total.
Me lo imagino, ellas no quieren saber nada de ellos y ellos no quieren saber nada de ellas…
E inevitablemente, sin hacer demasiado espòiler, se acaban enamorando aunque no quieran.
No me digas que se enamoran!
Claro, si se ve, ¿no? No hace falta ser…Sherlock Holmes.
La Ruta 40, teatro independiente.
Somos cuatro, tres actores y la María, que es productora.
Empezasteis el 2011. ¿Estáis todavía activos?
Sí, estamos en activo, sí. Ahora hemos pasado como una época que sí que hemos estado como algo más parados, pero sí, hace muchos años que estamos. Es mi espacio, el mío y el de mis compañeros, de proyecto personal, quiero decir. Es el espacio donde poder generar material propio o decidir, ostras, podríamos hacer esto o podríamos hacer aquello. En realidad nosotros somos una compañía de teatro independiente en el sentido de que no dependemos o no queremos hacer un tipo de espectáculos que dependan de los gustos de la mayoría, por eso decimos que somos independientes y es un poco el espacio este que tenemos para generar nuevos proyectos y… y aquí estamos, ir luchando también porque es un espacio que cuesta mucho, porque acabas haciendo un montón de trabajos, acabas siendo un poco un empresario, que en el fondo, aunque seamos una compañía de teatro independiente, es una fórmula que hace muchos años que existe, centenares, que es la compañía de teatro donde los mismos actores y directores son empresarios, como Els Juglars o más atrás, como las compañías de Maria Guerrero. No deja de ser esta misma fórmula donde uno es amo de lo que produce.
Podéis hacer con más libertad, con más iniciativa propia. También has dirigido teatro.
Bien, también es duro.
¿Te encuentras mejor dirigiendo o siendo actor?
Yo me he encontrado mejor haciendo de actor. Cuándo he dirigido ha sido con la compañía, no he dirigido nunca fuera y es un espacio que es muy intenso, encuentro que es de mucha más responsabilidad. Yo me he encontrado más cómodo interpretando que dirigiendo, pero es un espacio que es interesante también.
Tus redes sociales, veo que las tienes muy abandonadas…
Sí, Sí, porque pienso que me las tengo que sacar.
Has de dedicarle tiempo, ¿verdad?
Sí, aparte de que genera una cosa que me parece muy desagradable.
¿Qué cosa?
La idea en sí es que acaba reflejando unas realidades que no tienen nada que ver con la realidad, y entonces, no sé, me he sacado la tele, me he sacado todo. Cada vez estoy más, estoy más…
¿También la tele? ¿Netflix…?
Todo, todo.
Antonia Utrera