La seguridad de los niños en casa durante las vacaciones

La seguridad de los más pequeños de la casa comienza en el hogar. Aunque todos los miembros de la familia tienen las mismas posibilidades de sufrir un accidente, son los niños los que los padecen con más frecuencia, ya que son más vulnerables. Las estadísticas demuestran que es en casa, donde los niños de hasta 4 años sufren los accidentes en mayor medida.

Por todo ello, poner en marcha planes de seguridad en el hogar es fundamental para garantizar el bienestar de los menores. Nada es lo suficientemente seguro para el cuidado de los más pequeños!

Hay estudios que demuestran que los accidentes más frecuentes en las viviendas están causados ​​por caídas (41,4%); aplastamientos, cortes y desgarros (22,6%); golpes y choques (13%); por efectos térmicos y quemaduras (9,6%); y por esfuerzos físicos y agotamiento (4,2%).

Por ello, proponemos unos sencillos y fáciles consejos a seguir para todas las familias con el objetivo de prevenir este tipo de accidentes domésticos y poder pasar unas vacaciones tranquilas.

La principal causa de siniestralidad infantil dentro del hogar son las intoxicaciones, que ocurren en su mayoría de forma accidental. Los principales productos implicados en estas intoxicaciones de menores son los medicamentos, seguidos por los productos de limpieza, los cosméticos, y los productos del hogar que se ingieren por vía oral en un 90% de los casos. Los niños menores de 3 años son los que más sufren intoxicaciones.

Por esta y por otras razones, hay que procurar mantener a los niños siempre vigilados por un adulto responsable, aparte de adoptar algunas medidas básicas de seguridad:

1. No dejar nunca a los niños solos. Hay que evitar que permanezcan mucho tiempo solos en cualquier habitación sin vigilancia periódica de un adulto. No se debe permitir bajo ningún concepto que un niño pequeño permanezca en la bañera jugando con el agua sin la adecuada vigilancia de un adulto. Hay que llenar la bañera con la cantidad imprescindible de agua y vigilar durante el baño a niños y personas con cualquier tipo de discapacidad que puedan tener un riesgo de caída.

2. Evitar desgracias fatales, como los ahogamientos. Las piscinas, balsas o pozos deben tener una valla de protección y este debe estar cerrada, siendo aconsejable proteger su superficie. Durante las vacaciones de verano no se debe perder de vista a los pequeños a la playa o la piscina. Es recomendable estimular la enseñanza de la natación a edades tempranas. No hay que entrar en la piscina de forma brusca, sobre todo, después de comer. Hay que educar a los niños para que hagan una correcta digestión.
3. Los juguetes. No deben tener piezas cortantes, ángulos puntiagudos ni estar fabricados con materiales tóxicos. Su tamaño debe ser suficiente para impedir que se las puedan introducir en la boca y tragarse la foto. Hay que evitar que jueguen en lugares peligrosos: escaleras, ventanas, balcones, así como cerca de agujeros, pozos, piscinas, etc.

4. Proteger los enchufes de la red eléctrica. Existen pequeños aparatos que se pueden encontrar en las tiendas especializadas en productos infantiles, para evitar que los más pequeños, por curiosidad, introduzcan los dedos o algún otro objeto pequeño en los enchufes de casa. Un mal contacto podría provocar un choque por la corriente eléctrica.

5. Vigilar el uso de estufas y fogones de gas. Vigilar siempre la llave de corte del gas de la cocina. Si no se está cocinando, hay que procurar mantener la llave cortada. Lo mismo se debe hacer con las estufas de gas. Hay que evitar dormir con ellas encendidas.

6. Cuidado con la cocina. No se debe cocinar con el niño en brazos ni dejarlo en el suelo cerca de la cocina. Las quemaduras son altamente peligrosas.

7. Guardar productos peligrosos lejos del campo de acción de los niños y bebés. Colocar los productos de limpieza y otros potencialmente tóxicos en estanterías o muebles en alto para evitar su ingestión. Hay que tratar de impedir que los pequeños tengan acceso a bebidas alcohólicas. No deben quedar al alcance de los niños objetos que supongan peligro de asfixia o atragantamiento (bolsas de plástico, monedas, botones, …). Los medicamentos deben guardarse en cajones cerrados con llave.

Ramon Balsells
Gerente Balsells Zaragoza Gestión S.L.

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