Hombres Igualitarios: «Ese tipo de realidad»

Por: Carlos Llorens

Es viernes al atardecer y voy conduciendo a Zaragoza. He decidido cogerme un fin de semana entero para mí. Solo. Necesito parar, desconectar y cuidarme. No estoy seguro de saberlo. De camino, escucho en la radio que Cecilia, (1948-1976), esa cantante y poetisa de los años de la Transición, vuelve a estar de moda. Una de sus canciones más populares fue “Un ramito de violetas”, que quienes tenemos cierta edad conocemos de sobra. Mil veces la hemos escuchado. Contaba el programa que, en una entrevista, ella dijo que era la mayor canción de amor del mundo. Pero de un tipo de amor muy concreto: el amor del fingimiento. Un horror, por supuesto, de todo menos Amor. Debajo del artículo dejo el enlace donde aparece en directo, en imágenes ya de otra época. Verán la propia Cecilia cantarla… El fingimiento lo descubrirán al final, justo después de los regalos, del silencio, la mirada, las flores, las cartas de un deseable amor casi común, quizás como de ir por casa… Apariencias.

Esa misma noche, cenando con una amiga, me confiesa que para que haya paz en la casa, no tiene otra salida que fingir y ocultar a la persona lo que ella es. Me impresiona su integridad al contármelo.

Al día siguiente, desayunando, me es imposible no fijarme en la mesa que tengo justo a mi lado. Nos separan sólo dos palmos. Un chico joven con una rapidísima verborrea imparable y fuerte no deja de hablarle a una joven que no abre la boca en ningún momento. No dice ni mu. A mí me agobian esos monólogos, ¿qué le voy a hacer? Sabido es que no puede haber comunicación cuando sólo se expresa una de las partes. ¿Estará ella también fingiendo, en este caso, que le escucha? Me voy porque no puedo más. Me molesta la situación. Desde que iba en coche ya no me he quitado de la cabeza lo del fingimiento.

¿Por qué nos cuesta tanto hablar, decir nuestras verdades, resolver nuestras diferencias y problemas mediante la palabra, la escucha, la empatía, ceder, construir conjunta y sanamente? … Tantas cosas… Yo no quiero que la mentira y el fingir sean mi salida fácil. No.

Carlos Llorens.

Homes Igualitaris de Catalunya.

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