La dieta alcalina. Revista Acelobert Barcelona

Salud Natural: «La Dieta Alcalina»

Per: Gisela Izard.-

¿Qué es la dieta alcalina?

Es una alimentación que se basa en comer alimentos que tengan un pH alto o que ayuden a nuestro cuerpo a subir el pH. Así, nuestro cuerpo afronta mucho mejor las enfermedades. Esta dieta no se basa en cómo saboreamos los alimentos, es decir, el limón es ácido según nuestra boca, pero es alcalino cuando entra en nuestro cuerpo. Mientras que el azúcar es dulce, pero tiene efecto acidificante.

Un poco de teoría… Un ácido es una sustancia que produce efecto corrosivo por el mecanismo químico de cesión de iones. Una base o álcali protege de los ácidos.

La medida de la acidez o alcalinidad de una sustancia es el pH y va de 0 a 14. El pH 7 es el equilibrio: el «pH neutro». Nuestro organismo funciona mejor en un pH sanguíneo ligeramente alcalino, de 7,39. Por debajo de 7 vamos hacia la acidosis y, por encima de 7, hacia la alcalinización. La enfermedad aparece cuando nuestro cuerpo está en acidosis.

La dieta alcalina propone incluir el 80% de alimentos alcalinos o alcalinizantes y un 20% de alimentos neutros o ligeramente acidificantes.

¿Qué pasa cuando tu cuerpo es más ácido? O sea, ¿tiene acidosis?

Los alimentos que aportan ácidos sobrecargan los órganos encargados de su eliminación: piel, riñones y pulmones. Entonces, pueden aparecer eccemas, urticaria, prurito, enrojecimientos de la piel, micciones dolorosas, cistitis, uretritis o infecciones respiratorias.

La acidosis también produce desmineralización debido a la utilización de sustancias alcalinas de tus tejidos para neutralizar los ácidos. Por eso, pueden aparecer alteraciones en los huesos, dientes, inflamación de articulaciones, canas, pérdida de cabello, uñas frágiles, piel seca y encías sensibles.

Las personas acidificadas pueden presentar frío, hipotensión, hiperreactividad, con tendencia a las crisis de hipoglucemia, debilidad del sistema inmune y aparición de infecciones de repetición.

Beneficios que te aporta la dieta alcalina:

  1. Mejora el rendimiento deportivo, porqué es nutritiva y depurativa.
  2. Mejora la digestión porqué incluye el consumo de verduras y hortalizas con fibra y enzimas digestivas que mejoran los procesos digestivos.
  3. Aumenta la energía porqué incrementa el consumo de alimentos nutritivos y ricos en vitaminas y minerales esenciales.
  4. Depura el organismo porqué elimina residuos y toxinas de forma más regular, gracias a los alimentos diuréticos y ricos en fibra.

¿Cómo planificar tu dieta alcalina?

Lo importante de esta dieta es que la mayor parte de alimentos sean alcalinos. Además, se recomienda el ejercicio físico, dejar el tabaco, intentar llevar una vida emocionalmente equilibrada y unos hábitos de vida saludables.

Alimentos alcalinos: verduras y hortalizas verdes, brócoli, espinacas, perejil, germinados, pepino, castañas, limón, aguacate, almendras, patata, algas, remolacha, zanahoria, almendras y nueces de Brasil, aceitunas negras, aceite de oliva de presión en frío, sal, algas, hierbas y especias verdes, aceite de coco, jengibre, ajo.

Alimentos ácidos: la carne roja, de pollo, de cerdo, huevos, pescado, marisco, lácteos, setas, chocolate, café, té y alcohol, bebidas azucaradas y productos con azúcares refinados, quesos (los más curados son más ácidos que los frescos), grasa animal, algunas grasas vegetales (cacahuete, aceites refinados, grasas trans), cereales (especialmente los refinados), alimentos a base de cereales (pasta, pan, galletas, bollería), yogur, vinagre, miel.

Alimentos neutros: pescado salvaje, amaranto, mijo, garbanzos y judías pintas, melón, nectarina, ciruela, sandía, manzana, albaricoque, plátano, arándanos, uvas, naranja, mango, melocotón, anacardos, nueces y avellanas, arroz, pasta integral, aceite de girasol y uva.

Recuerda que somos lo que comemos y, que el cuerpo humano es una fábrica química perfecta. Normalmente se encuentra perfectamente calibrada para la conservación de la vida a través del trabajo en equipo de las células.

Si deseas alcalinizar tu vida aún más, éstos son algunos hábitos que pueden ayudarte:

Hábitos acidificantes: una comilona o los excesos navideños, la abundancia de azúcar, alimentos procesados, harinas refinadas, bebidas gaseosas, los medicamentos, las prisas, el estrés, pasar mucho tiempo en ambientes cerrados, los viajes, dormir mal o poco, el malhumor, el nerviosismo y el sedentarismo…

Hábitos alcalinizantes: comidas tranquilas con ensaladas y fruta fresca, ejercicio físico regular, excursiones a la Naturaleza o al bosque, meditar, yoga, alimentos ecológicos, quedar con los amig@s, los hobbies, el placer y la risa.

¿Cuál es el paso más pequeño que te atreves a dar para empezar a cuidarte?

Si quieres saber más, visita la web www.elartedealimentarte.com.

Gisela Izard

Nutrición Saludable

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