Entrevista a Victoria Pagés. Revista Acelobert Barcelona. Octubre 2024

Victòria Pagès: «Nadie le ha pedido ser abuela. Ser abuela se lo imponen»

Por: Antonia Utrera.-

Victòria Pagès Sales (Barcelona, 27/05/1965) es actriz de teatro, cine, doblaje y televisión. Descubrió el teatro en el colegio y estudió la carrera de Historia antes de dedicarse a la interpretación. En la televisión debutó con el programa infantil Matraca, no!, y formó parte de los inicios del Club Super 3 con el personaje de la «Nets». Posteriormente, también actuó a Oh! Europa (1994) y Oh! España (1996–1997) como Meritxell, Sitges como Cinta (1996–1997), El corazón de la ciudad como Carme Bosch (2000–2009), Ventdelplà como Mercè (2010), La sagrada familia como Dul (2010-2011), Merlí como Aurèlia Bonet (2015) y Noche y día como la jueza Olga Comas. Toda una vida dedicada al teatro y la televisión. Ahora la podemos ver en la Sala Beckett con «Biológica», una comedia que quiere hacernos reflexionar sobre los vínculos familiares y la decisión de tener hijos.

Desde muy joven te hemos visto en las series de televisión. ¿Con qué edad empezaste?
Acabé la carrera de historia y empecé a trabajar. De rebote empecé a hacer de actriz, hacía teatro amateur por afición. Empecé a los veintitrés a nivel profesional, eran unos bolos de teatro, en fines de semana y lo compaginaba con el trabajo.

No pensabas ser actriz…
Bien, es verdad que no, porque no lo veía posible. No se me había pasado por la cabeza, hacía teatro de aficionada, pero conocí a la Ángeles Gonyalons y a partir de ahí empezó todo.

Entrevista a Victoria Pagés. Revista Acelobert Barcelona. Octubre 2024

Si te paran por la calle, quizás todavía te llamen «Carme Bosch», tu personaje del «Corazón de la Ciudad»
Sí! Yo vivo cerca del barrio de Sant Antoni, a la izquierda del Eixample, y voy al Mercado de Sant Antoni a comprar. Hay paradas que me dicen «Carme». Desde hace muchos años. «Carme que quieres? Qué te pongo?» Y no lo desmiento. Me doy por aludida.

¿Y como vives esto?
Muy bien, la mayoría de gente es educada, tiene buen trato… A ver, nosotros no somos tan tan famosos, somos normalitos (ríe) no tenemos ningún problema.

Estamos en la Sala Beckett, acabáis de estrenar nuevo espectáculo, «Biológica».
Sí, es una obra de la dramaturga Silvia Navarro, dirigida por Pau Roca, una producción de Sixto Paz. Somos tres actrices, yo que hago de la madre, que se llama Cristina, la Mar Ulldemolins, que hace de Elena, una de mis hijas y la Claudia Benito, que es la Ágata. Es una familia de tres mujeres. Una de mis hijas no ha podido tener hijos biológicamente con el drama que esto comporta. Y la otra, quiere probar a ser madre. Existe una empresa que te da la oportunidad de alquilar un hijo por cinco años y si no te convence o no te gusta, puedes echar atrás y lo puedes devolver. Esta es la premisa y el detonante, hecho con mucho humor.

Claro, la Ágata quiere asegurarse…
Ella no sabe si quiere sacrificar su vida para ser madre y lo quiere probar con esta empresa. Y si no le convence dejarlo correr. La otra, Elena, evidentemente se opone. Y yo, no entiendo nada. Hay el choque de generaciones, mi personaje es madre soltera, tuvo las hijas con diecinueve años y lo ha sacrificado todo.

Es un tema muy actual que nos toca de cerca.
Claro, la gente joven por precariedad, por manera de vivir, no se ven capaces. Vino a ver la obra una pareja joven que acababan de tener un hijo pequeño y decían en broma: «si sabemos que es tan duro, lo devolvemos». Les encantó la obra.

Cómo ser madre y no morir en el intento…
Sí!, también vinieron dos chicas, y una de ellas se había congelado los óvulos porque quería ser madre, pero aún no, porque no tenía pareja. «Me he sacado la presión de encima congelando óvulos, he retrasado un poco la decisión» decía, pero la presión del reloj biológico continúa existiendo. Antes o te quedabas embarazada de joven o ya no tenías nada que hacer.

Antes tenían que cumplir un rol, no se planteaban si querían o no tener hijos.
Sí, hay más cosas aparte de ser madre. Si pasa, perfecto, si no pasa, también. Todo el mundo tiene que poder elegir y vivir libremente lo que quiera.

¿Tú eres madre?
Sí, tengo dos, un chico y una chica. Yo he sido madre como proyecto común, compartido. No tenía aquella pasión de ser madre a cualquier precio.

¿Y el tema de la conciliación familiar?
Al final este niño que tiene la Ágata lo cría la tía. Siempre nos lo pide a mí como abuela y a ella. No solo lo quiere devolver sino encima… Y otra cosa que yo no pensé, porque claro, yo no soy abuela todavia, y por tanto no me lo había planteado nunca; hay un momento de la obra que mi personaje dice: «es que a mí nadie me ha pedido ser abuela» Ser abuela te lo imponen. Tu hija o tu hijo decide tener un hijo, y te hacen abuela. Y a tí no te han preguntado nada. Pero es que además para conciliar y todo esto, te traspasan una responsabilidad de crianza que tampoco has pedido. Aquí hay una reivindicación de abuelas muy grande. Yo me he encontrado en el público a abuelas que lo reivindican: «yo estoy muy contenta de tener nietos y demás, pero yo no quiero criar a mis nietos como si fueran hijos míos».

Culpabilizan a las mujeres de la disminución demográfica, pero no dan facilidades.
Sí, porque cuando viajas a los países nórdicos está lleno de criaturas, la maternidad allá está muy subvencionada, allá no penalizan las bajas maternales.

Y todo esto con mucho de humor…
Si, Silvia (Navarro) escribe con mucho humor, tiene un sentido del humor mucho chulo y son circunstancias duras, pero que están hechas de una manera que ríes y que después la gente me dice «es que todavía pienso», o sea, después de ver la obra, son cosas que te quedan en la cabeza y resuenan. Y es muy chulo cuando pasa esto.

¿Si tuvieras que elegir entre hacer comedia o drama?
A ver, que sea un buen proyecto, lo que uno desea es que el proyecto sea bueno. Porque a veces, sí, tienes una comedia, pero si la comedia no es buena… O tienes un drama, pero si es un «*tostón» que no interesa a nadie, no lo disfrutas tanto. Lo que queremos siempre los actores es esto, buenos proyectos. Dicho esto, considero que la comedia bien hecha, es bastante difícil. Más difícil que hacer drama. Aspiramos a hacerlo bien, pero hacerlo bien es complicado. Yo con las dos cosas disfruto, sobre todo con proyectos chulos.

También has hecho mucho doblaje.
Sí, y es una cosa que me gusta mucho porque además te permite dejar de ser tú e intentar reproducir el trabajo que ha hecho otro actor. Entonces, si el actor es bueno, es un disfrute y un gran aprendizaje.

Si no te hubieras dedicado a la interpretación ¿Qué habrías hecho?
Yo quería ser socióloga, estudiar a las personas, los comportamientos humanos. Soy muy observadora; «¿qué le gusta a la gente?, ¿por qué hacen aquello o lo otro? Esto siempre me ha gustado mucho. Me gusta el análisis, los procesos, ver el comportamiento humano, las tendencias. De hecho, cuando me enfrento a nuevos personaje es lo que intento buscar, investigar. Te das cuenta que el alma humana es siempre la misma. Por eso los clásicos te llegan siempre, porque en el fondo están explicando comportamientos humanos que aunque hayan sido escritos hace tres siglos o dos mil siglos antes, el alma humana está allá. Cambian las circunstancias, pero la esencia de las cosas está allá.

Muchas gracias, Victoria, por tu tiempo. Hasta el 20 de octubre en la Sala Beckett con «Biológic». ¡Que tengáis muchos éxitos!

Antonia Utrera