«Lo que he descubierto con Hombres Igualitarios»

Por: Joan Ignasi Puig Velasco

«Si supiese que el mundo se acabará mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol» (Martin Luther King)

Con «Hombres Igualitarios» he aprendido que el activismo de los hombres por la igualdad de género tiene tres dimensiones. Las tres son importantes. Aun así, unas son más que las otras.
La primera área es la de la calle, las manifestaciones, los movimientos sociales, el tejido asociativo. Esta dimensión es muy importante: No obstante, es la que menos de las tres. La segunda es la familiar, la que sucede al hogar, con la familia, el de los cuidados. Este espacio es más importante. Finalmente, la tercera área y la más importante de las tres es la que sucede en la cabeza adentro del hombre. Esta es la realmente determinante. Es donde sucede la gestión emocional, la tolerancia a la frustración (emoción tan arraigada en nosotros), la capacidad de relacionarse con las adicciones (pantallas, sexo, sustancias…).
Las tres áreas son obviamente importantes, pero realmente de nada sirve ir a muchas manifestaciones si después en el hogar no cambias nada. Y tristemente, difícilmente las cosas funcionarán en la familia si por dentro de uno mismo, en las entrañas del cuerpo, donde se manifiestan las emociones, todo continúa igual. Es en la profundidad del corazón masculino donde la tarea de cambiar las cosas es más necesaria. Por eso, creo que es tan necesario que desde el feminismo se trabaje con los hombres. Muchos queremos cambiar de verdad, pero tampoco sabemos cómo, ni tenemos las herramientas para hacerlo. En mi caso, muchas veces los mejores enseres que he encontrado han sido abucheos de compañeras feministas que se indignaban por un comentario o una acción mía. A menudo, en mi machismo me indignaba, pero bien es verdad que el día de hoy lo agradezco.
Lo que quiero decir es que está muy bien y es necesario que los hombres nos impliquemos con la igualdad y nos autodenominemos feministas. Es un primer paso, una primera revolución interior, muchas veces. Así lo viví yo. Pero el camino solo acaba de empezar con esta afirmación interior. Y el recorrido tiene todo tipo de tramos. Desde los agotadores, cuando te das cuenta que con todo el tiempo que has pasado continúas siendo un machista. Hasta los esperanzadores cuando siente emociones sutiles, delicadas y la agradable consecuencia de tener cuidado de los otros.
Joan Ignasi Puig Velasco
«Homes Igualitaris» (AHIGE Cataluña)

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