Hombres Igualitarios: «La identidad de la violencia»
Por: Lionel Delgado.-
Como cada noviembre, tenemos que hablar de violencia, pero este año querría hacerlo con una mirada novedosa. Necesitamos abordar el problema desde otra mirada, ya que queda evidente que no estamos siendo capaces de reducir las cifras de violencia machista (se ha estancado en torno a los 50 feminicidios anuales), e incluso está aumentando en algunas áreas (violencia digital, violencia sexual…).

Sabemos que tenemos que romper con la Teoría del monstruo. Los hombres que han agredido no son monstruos. Esto (que reproducen medios de comunicación y campañas de publicidad) genera que no nos reconozcamos como hombres que puedan ejercer violencia. “Yo nunca seré uno de esos maltratadores”. Pero también tenemos que romper con la idea de que todos los hombres somos inevitablemente agresores.
Ante esto, creo que la idea de que “todos los hombres somos violadores en potencia” tiene doble filo. Es verdad que teóricamente, en potencia, todos podemos ejercer violencia. Pero quedarnos ahí y que la frase apunte únicamente a que los hombres siempre estamos en riesgo de agredir es políticamente improductiva. Creo que es importante centrar el discurso en que, aunque tengamos la potencia de la violencia, esa potencialidad no siempre se cumple y eso se debe al compromiso. Aunque tengamos una potencia dentro, depende de las decisiones que tomamos que esa potencia se realice o no. Y darle peso a los compromisos cotidianos que podemos tener para que esa violencia no se dé es clave.
Otro elemento importante que tenemos que incluir en la comprensión de la violencia es la función que ocupa ésta en la psique de los hombres. La pregunta entonces no es tanto “por qué agredimos los hombres” sino “para qué lo hacemos”. Los hombres somos educados en tener una identidad cohesionada en torno al desempeño sexual, la capacidad de alcanzar el éxito, el control emocional y la invulnerabilidad física y psíquica. Cuando alguno de estos pilares falla, hay procesos de restauración de la identidad y estos procesos pueden ser violentos y explosivos.
La violencia como arma de afirmación, como decía Rita Segato, es importante en momentos de crisis. Tenemos que abordar la violencia como un hábito y no como una creencia. Tenemos que darles otras herramientas expresivas a los hombres, pero poco a poco. No basta con decirle “expresa tus sentimientos” a alguien que ni siquiera sabe qué siente. Y -muy importante también- trabajar el ecosistema de los hombres, no solo a los individuos. Mirar hacia los ecosistemas familiares, laborales o de amistad es clave.
Sólo introduciendo nuevas miradas podremos avanzar en la comprensión. Y sólo desde la comprensión podremos cambiar una realidad dañina.
Lionel Delgado
Homes Igualitaris (AHIGE Catalunya)