Nuria Picas Acelobert

Entrevista a Núria Picas

“El hecho de alcanzar tu objetivo es una satisfacción que dura para siempre”

Núria Picas (Manresa, 1976) es una apasionada del deporte y la naturaleza lo que le ha permitido convertirse profesionalmente en corredora de carreras de montaña. Pero esto es sólo una parte de todo lo que hace, porque es madre de dos criaturas, bombero, da conferencias y, sobre todo, disfruta de la vida. Con una sonrisa siempre en la boca y con las zapatillas de correr calzadas, Picas habla con mucha naturalidad de un deporte que sólo unos cuantos privilegiado pueden practicar al máximo nivel.

Sandra Pulido
Junio’16

 

¿Cuándo nació esta pasión por el deporte y la montaña?
Desde muy pequeña. Desde que tengo memoria siempre he estado en contacto con la naturaleza y haciendo deporte, entre comillas lo de deporte, porque cuando eres pequeño lo que te gusta es jugar en la calle, mucho: con la pelota o con la bicicleta. Entonces llega la adolescencia y cambias este juego por otro, que es el de hacer deporte. Esto hasta el día de hoy, en que necesito hacer deporte casi a diario.

¿Por qué las carreras de montaña?
Siempre me ha gustado desplazarme rápido por la montaña, pero no sabía que acabaría corriendo a este nivel. Me gusta mucho hacer actividades en las que puedo abarcar cuanto más territorio mejor. Deportes que me permiten descubrir nuevas vías de escalada o caminos. Esto me ha llevado a colgarme algún dorsal y acabar convirtiéndome en corredora profesional de Ultra Trails.

¿Cómo recuerdas el inicio en las Ultra Trails?
Fue hace muchos años en el Aneto, donde hice mi primera maratón de montaña. En medio hubo un accidente de escalada y volví a reengancharme a los diez o doce años. He tenido segundas oportunidades y las he aprovechado.

¿De qué manera te afectó aquella grave lesión?
Fue un golpe duro, pero en la vida se te cierran unas puertas y se te abren otras y la cuestión es mirar adelante y buscar soluciones. Han pasado los años y me he podido recuperar favorablemente. Cada día que pasa y que puedo salir a la montaña para mí es un regalo.

¿Qué puertas se abrieron a partir del accidente?
Aproveché para hacer otros deportes como bicicleta de carretera, que estuve en la selección catalana, escalada y también me presenté a las oposiciones de bombero, y las aprobé. Esta sí que es la carrera de mi vida. Ojalá no hubiera pasado ese accidente, porque todavía me duele el pie, pero siempre intento ser optimista y sacar la parte buena de las cosas.

¿Cómo te organizas cuando tienes que competir fuera de Cataluña?
Por ejemplo para la Transgrancanaria, la primera Ultra Trail del año, marcho unos diez días antes al lugar de competición y los primeros cuatro entreno fuerte, sumando horas. La última semana es cuando reduzco el ritmo, descanso, me concentro y preparo toda la logística de la carrera.

¿Qué pasa por tu cabeza las horas previas al inicio de una competición?
Hay que estar tranquila, optimista, pensar que has hecho los deberes y que tienes que salir sólo a pensar en ti, a disfrutar. Creo que para afrontar bien una carrera debes haberla hecho previamente dos veces: la primera es el descubrimiento; la segunda, piensas que ya la conoces y es cuando se te gira la tortilla; y en la tercera, que ya vas sobre seguro, dices «ahora sé dónde estoy, qué me ha pasado otros años y se trata de mejorar estos puntos más débiles».

¿Y durante la carrera?
Me cierro en mi mundo y estoy muy pendiente de mí misma. Estoy ultra concentrada con mis sensaciones: que tengo que seguir un buen ritmo, que debo comer y ver y también escuchar música, cuando toque.

¿Música, sólo cuando toque?
En las carreras la llevo encima, pero no puedo estar todo el rato escuchando música porque también me acaba cansando. Es un recurso que uso cuando el aburrimiento es extremo o cuando me duele todo el cuerpo. Muchas veces pongo música calmada, piezas de piano, porque en este deporte a veces tienes que ir bastante calmado para no vaciarte por completo. Tienes que seguir una velocidad que te permita terminar la carrera, por lo tanto, debes saber ir rápido o lento cuando toca, ese es el secreto.

En los momentos más complicados, ¿cómo te animas a ti misma?
Yo recuerdo la Transgrancanaria de 2015 que faltaban 15km y no podía más, me dolía todo el cuerpo y terminé abrazando a mi entrenador, Pau, y acabé llorando. Él me dijo: «Núria has llegado hasta aquí y vas primera, intenta correr tan despacio como quieras, pero corre. No andes, porque si lo haces, te atrapará la que viene detrás». Suelo decir: «el sufrimiento es momentáneo y la gloria es para siempre, esto no dura para siempre y dentro de poco estaré en la ducha saboreando el triunfo de haber llegado». El hecho, no de ganar, pero sí de alcanzar tu objetivo, es una satisfacción que dura para siempre.

¿Hay más fuerza mental que física?
Sí. En las carreras hay momentos de todo: en que te encuentras muy bien, vas rápido y compartes con los demás corredores; y otros, cuando llevas dieciséis horas corriendo, que te duele todo y estos son los momentos que tienes que saber gestionar. He superado situaciones realmente adversas: me he abierto la cabeza, me he perdido, he pasado mucho frío… Me han pasado mil historias y las he superado. Cada Ultra Trail es un aprendizaje de vida que vas aplicando y cada vez te hace más fuerte.

¿Nunca piensas en desistir?
Ha habido carreras en las que me ha pasado al principio, pero no es normal que en el kilómetro 8 me quede sin fuerzas, pero no tienes el día y muchas veces una retirada a tiempo es una victoria.

¿El resto de competidores son realmente los rivales?
Son rivales y amigos a la vez, pero pienso que el verdadero oponente eres tú mismo. Muchas veces si estás pendiente de tus rivales, no lo estás bastante de ti mismo y seguramente se te escapa la fuerza por algún sitio.

¿Qué es la naturaleza para ti?
Lo es todo y cada país tiene su encanto. La gracia de este deporte es que ves lugares muy diferentes (los colores, la lengua, la temperatura…); y eso lo hace tan especial.

¿Con qué lugar te quedas?
Aquí hay lugares impresionantes como el Valle de Boí, Montserrat o el Pedraforca. Estos tres puntos me tienen el corazón robado. También me ha fascinado Nueva Zelanda.

¿En casa, ya empiezas a introducir a tus hijos en este deporte?
Ellos han salido muy futboleros. A mí también me gusta mucho el fútbol, aunque no lo practico, pero últimamente estoy todo el día con un balón en los pies. Yo quiero que sean felices y que sigan el camino que quieran. Obviamente me gustaría que hicieran deporte porque te hace crecer mucho como persona, pero ellos escogen el camino.

En política, nunca has escondido tu posición a favor de la independencia.
No tengo nada que me prive de decir lo que pienso. Si puedo ayudar a poner mi granito de arena para que este país sea mejor, lo pondré. Sé que mi opinión no gustará a todo el mundo, y tal vez me cierra alguna puerta, pero se me abrirán otras.

¿Cómo recibiste el premio a Mejor Deportista Catalana de 2015?
Para mí fue un regalo inesperado que me ha dado este deporte y el hecho de expresarme libremente también tiene parte de culpa de recibir el premio. Además, me lo dieron al lado de un gran deportista, Gerard Piqué, que tampoco tiene pelos en la lengua. Pienso que fue un reconocimiento a la labor de deportista y que también vamos más allá. No es un premio individual, sino que también es un reconocimiento para mi deporte, que es minoritario, pero esto lo hará más grande y que la gente se interese. Sin ir más lejos, Shakira me hizo muchas preguntas de este deporte y eso me hizo muy feliz.

¿Qué retos tienes por delante?
Tengo algún sueño pendiente. Me gustaría ganar el Montblanc, que para mí es como la Champions de este deporte, y otras carreras donde todavía no he tenido la suerte de competir. El año que viene seguramente iré hacia el continente americano y allí me gustaría disputar carreras emblemáticas

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