Entrevista a Assumpta Serna

“El ser humano es profundamente bueno”

Por Antonia Utrera · Enero 2019

Assumpta Serna (16-09-57, Barcelona). Actriz, profesora de interpretación y autora catalana. Forma parte de la Academia de Hollywood y ha sido presidenta de la AISGE (Actores e Intérpretes). Junto con Scott Cleverdon ha llevado a cabo diversos talleres de interpretación y dirección cinematográfica. También ha escrito un libro sobre técnicas de interpretación, “El Trabajo del actor en el cine”, publicado en español y en portugués. El 2004 funda la Escuela del Actor y la Fundación First Time. Más de 150 películas y más de 20 series de televisión.

Con una mirada inquieta, curiosa, nos dedica su valioso tiempo, aprovechando que está pasando unos días en la ciudad, para acercarnos a una de las actrices más internacionales que tenemos en el país, y quizás una de las más desconocidas, no sólo por su amplia carrera profesional sino también por su compromiso social con la transparencia, la ética y la verdad.

A los 18 años ya lo tenías claro.
Sí, a los 13, 14 años empecé a hacer teatro aficionado con los hijos de unos amigos de mis padres. Allí había una gente que estaba haciendo obras de teatro muy interesantes, “La cantante calva” y otros, hacían reuniones, había historias de vida, de gente, y dije, esto me gusta. La primera vez que yo dije esto es lo mío, fue cuando por primera vez hice reír a la gente, estaba haciendo una obra, con 16 o 17 años, y hacía de anciana con el pelo blanco y cada vez que movía la cabeza la gente reía… El hecho de cambiar el estado de ánimo de una persona, esto me gustó.

¿Por qué dejaste tus estudios de derecho?
Yo ya hacía teatro cuando estaba estudiando. Veía que allí la gente era sincera, que tenía una pasión. En la universidad era todo muy opaco, piensa que eran los años 74, 75, todavía vivía Franco. Claro, había profesores muy autoritarios, conservadores, que no escuchaban, y yo estaba leyendo teatro, con esta apertura, teatro de Francia y otros lugares, veías que había creadores que estaban años lejos de lo que estos nos estaban diciendo.

¿Si no hubieras hecho teatro?
Habría hecho periodismo, de hecho esta afición por escribir me viene de mi madre que con 92 años todavía escribe, escribió un libro muy bonito que se llamaba «Viajar se Vivir», y era la historia de su padre porque quería dejar claro a sus hijas quién era su abuelo, al que no conocieron. Esta idea de escribir historias me viene de mi madre.

¿Tu familia te apoyó para hacer teatro?
No, yo llego un poco a ello por rebelión. Después con los años pude reconvertir esto en otra cosa, cuando tenía unos 40 años, miré atrás y me replanteé que quería hacer, quién era yo. Es un buen momento para preguntarse a uno mismo, como quiero vivir a partir de ahora. Pensaba que había hecho teatro sólo por rebelión, tuve un año sabático, a los 39, cuando supe que no podría tener hijos y otro año para salir, fue un año de elecciones, muy interesante, un replanteamiento de los años que te quedan.

El teatro os da una visión de lo humano muy grande.
Sí, mucho, lo último que hice, una monja de la caridad, donde ejemplos que sirven mucho a la sociedad, y hace falta decirlo, recordarlo, porque al final hay mucho ruido, espectáculos de gente mala, escabrosa, de noticias que dice la prensa que son todas malas y yo creo que hace falta dar también esta versión, decir que el ser humano es profundamente bueno y, por supuesto, si estamos todo el tiempo incidiendo en las cosas violentas, pues es claro, también la gente puede volverse cínica, y pienso que perder la fe en el ser humano o perder la fe en la voluntad de las personas, o en el hecho de que se pueda mejorar la sociedad es involutivo en vez de evolutivo. Creo que la esperanza es lo último que se debe perder. Y pienso que nosotros los actores, también podemos colaborar en este proceso, pues simplemente intentando elegir con responsabilidad los papeles que hacemos e intentar que lo que decimos sea más o menos paralelo con lo que nosotros creemos.

Entrevista a Assumpta Serna

Entrevista a Assumpta Serna

Y potenciar lo positivo…
Tanto para el viaje interno que tenemos que hacer con los personajes que representamos como por esta proyección, creo que tenemos una responsabilidad de escoger las cosas bien y de hacer una cultura positiva que tumbe un poco el estado de las cosas.

El año 93 te casas con el actor Scott Cleverdon, mucho más joven que tú.
He tenido mucha suerte, Scott es una persona que aparte de ser muy inteligente es muy divertido, y muy diferente de mí, esta diversidad de ver otras maneras de hacer para llegar a la misma conclusión es interesante, no es fácil para que cada uno tenga sus patrones. Es una buena manera de conocerse a uno mismo. Yo no entendería la vida sin pareja, para mí es una forma muy rica de vivir la vida. Somos animales que buscamos esta compenetración con la otra persona. Nos enamoramos de cosas que tienen que ver con nosotros. A veces que no podemos darnos a nosotros mismos.

Hay que dedicarse.
Sí, algo que yo hago y lo hago cada día, aunque sean cinco minutos, hago un relámpago de pensamiento de decir, que bien que estoy con esa persona, hoy le haré esto… La idea de ir nutriendo un poco, no hay día que no lo haga, sin darme cuenta a veces, tener siempre un momento de voluntad hacia la otra persona, o el otro hacia ti, guardar un momento de felicidad cada día hacia la otra persona.

Trabajaste con los mejores directores de cine, Bigas Luna, Carlos Saura.
Sí, a Carlos Saura le debo muchas cosas, fue al principio de mi carrera, le gustaba compartir conmigo el montaje y aprendí mucho, me invitaba a estar allí, sólo tenía que estar, fue de mucho crecimiento para mí.

«Dulces horas» tu primera película.
Sí, me di a conocer con esta película. Yo estaba en Madrid el 78 y eso fue el 82. Fui deprisa pero no tanto, recuerdo momentos muy malos en Madrid, no tenían nada para comer y pedían por la calle, y el dinero me servía para ir estupenda al casting o a ver a alguien, o sea que las prioridades no eran la comida, la prioridad era buscar trabajo, trabajo bueno. Ahora les digo a los estudiantes cuando dicen que todo es difícil, si, pero si no arriesgas, si no crees en ti, como creerán en ti los demás, donde llegarás? Se deben romper muchas cosas para ser tú en este mundo. Al final no es quien es mejor actor sino quien se compromete más con lo que hace.

La mayor parte de tu carrera la has hecho fuera de España.
Desde el 85 estaba yendo a París, hice una comedia en francés que fue muy bien, hice reír y el 88 fui a Los Ángeles y estuve hasta el año 2000 y como mis películas eran europeas también estuve por aquí.

Y por qué una actriz catalana de primer nivel no ha trabajado en Cataluña.
Sí, yo siempre digo que por todo lo que he hecho se me conoce poco. Es un poco porque hay esta estructura de TV3 y, por supuesto, los actores sólo son estos, es un poco cerradito…  No sé quién ha hecho 150 películas y 50 series de televisión, y ha ido dado clases desde el 93. No sé cuántos actores tenemos aquí de estos. Hay muchas cosas de esta cultura catalana, que se han sabido hacer muy bien, excepcionalmente bien, pero al mismo tiempo debe haber una escucha en Europa, en América y en Madrid. Desde esta visión un poco desde fuera siempre me da miedo que nos ponemos pequeños.

Entrevista a Assumpta Serna

Entrevista a Assumpta Serna

El 2004 fundaste la Escuela del Actor y la Fundación First Time.
Cuando el actor de teatro no tiene formación de cine entonces hacemos esta especialidad, un postgraduado para los actores que quieren hacer cine, nos dedicamos a la formación de actor y trabajamos el código ético, repasamos todas las relaciones del actor con diferentes colectivos dentro del audiovisual, es decir, actor, director, maquillador, director de casting, etc., para intentar que abusos de poder no estén, que haya una responsabilidad dentro del trabajo, aprender del conjunto y verlo como una riqueza personal. Es otra forma de hacer cine que he visto que funcionaba, con un respeto por el trabajo de todos, verlo como una aportación de conjunto. Relacionarse sin este abuso de poder. No hay nada mejor que esta ilusión para hacer las cosas y yo lo he vivido esto fuera, en muchas películas, y esto me gustaría que pasara aquí.

Eres miembro de la Academia de Hollywood
Desde el 93 que me invitaron, estuve en el comité de películas extranjeras, desde el 93 al 2000 y al venir aquí, me hicieron del comité ejecutivo de la rama de actor. Esto significa que cada dos meses nos reunimos la rama ejecutiva del comité de actores, donde está Tom Hanks, entre otros, y gente muy interesante, muy inteligente, se habla del futuro de los actores, el mundo digital, las nuevas tendencias, somos unos quince. Respeto mucho el cine americano, tienen esta industria tan rica, de muchas cosas diferentes, que hacen avanzar las cosas, cada dos, tres años ves una película que marca algo diferente y esto me encanta verlo, cosas originales.

Hiciste una sola película con Almodóvar.
Cuando yo estaba en Madrid, que él todavía estaba en correos, hizo aquella película, «Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón», yo salía en una escena o dos. Este fue el primer contacto con Almodóvar, cuando él empezaba. Años después me llamó para hacer Matador.

Y la última que has hecho, «Red de Libertad»
Sí, con un director joven, Pablo Moreno, es la historia de sor Helena Studler, una monja que montó una red de colaboradores para liberar a 2.000 personas de los campos de concentración nazi en Francia, en la Segunda Guerra Mundial.

Una mujer valiente…
Sí, un ejemplo, con esta voluntad de amar. Leí su diario, donde relató los hechos, de una manera fría, descriptiva. Quince o veinte años más tarde su sobrina escribe dando todo el contexto del momento en que pasaba, entonces te cambia mucho la visión, porque ella lo veía todo muy discretamente y esto es una gran virtud, esta discreción, esta medida, «no es que sea valiente, dice, es lo que hay que hacer «. Es uno de los personajes más bonitos que he hecho últimamente.

Quisiste conocer a las monjas de aquí en Barcelona.
Sí, las hijas de la caridad que yo he conocido a partir de la película son así, gente muy modesta, de no presumir de nada. Son mujeres muy interesantes, están cerca de Pedralbes, tienen un lugar muy bonito y están haciendo mucho trabajo con los hombres y mujeres abandonados en la calle, gente que está rechazada en todas partes. Y sí, vinieron a ver la película.

¿Y la última que has hecho?
«He matado a mi marido», una comedia que se estrenará en marzo o abril a Los Ángeles, donde hago de criada, muy divertida. Y un cortometraje que he protagonizado sobre el alzheimer, muy interesante que ha sido presentado en el Festival Filmets de Badalona.

¿Y de teatro?
Estoy haciendo diferentes bolos para España, con una obra de teatro que se llama «Concierto para un olmo», es un espectáculo muy bonito, con un concertista de piano y danza contemporánea.

¿Qué es esencial para Assumpta Serna?
Lo más importante, amar a la gente, creo que es esencial respetar a los demás, me gustaría saber escuchar, esencial saber que las personas sean buenas, esencial también ver las cosas positivas.

Por Antonia Utrera

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