Aarón Vivancos: «Es un homenaje a todas las mujeres»

Por: María Jesús Mirón.-

Aarón Vivancos nació en Reus (Tarragona) hace 41 años. Es productor, director artístico, bailarín, coreógrafo, músico y compositor. Dio los primeros pasos en el mundo del espectáculo de la mano de su padre, que complementó con una amplia formación tanto en música como en danza. A los 25 años formó Los Vivancos junto a seis de sus 39 hermanos. Juntos, han conquistado con gran éxito y reconocimiento el escenario de 68 países. Ahora, con su productora, Aarón Vivancos Entertainment, ha puesto en marcha el show “Woman”, del que es productor, director, coreógrafo y compositor musical, y que se puede disfrutar entre el 6 y el 25 de junio en el Teatro Poliorama de Barcelona.

¿Qué podemos ver en “Woman”?

Es una obra que representa una reflexión sobre distintos momentos y situaciones que viven las mujeres a lo largo de su vida, representado a través de las fuerzas de la danza interpretativa del flamenco, de vanguardia y música, al estilo de las grandes bandas sonoras de cine. Tenemos unas proyecciones audiovisuales muy potentes en el escenario, que interactúan con las bailarinas en directo. Un vestuario súper vistoso, muy elegante, de la firma de Alvarno, y la iluminación, también del mismo diseñador que trabaja con nosotros, al estilo de los conciertos, y con toda la parte más de teatro, más afinada, del acompañamiento. “Woman” es una obra creada desde el corazón y desde la emoción para todos los públicos, que hace vivir una experiencia que conmueve. Además, transmite un mensaje social importante.

¿Qué mensaje?

Cada uno de los siete actos representa una situación y un momento de la mujer, desde su capacidad de sobreponerse a dificultades y obstáculos. Por ejemplo, una mamá que tiene un hijo que está enfermo en el hospital, y tienes que hacer que el mundo sea muy bonito, a pesar de saber que tiene una enfermedad, como en “La vida es bella”. Otro acto representa la gestación del embarazo y dar a luz, ese proceso tan bello de la mujer y al mismo tiempo tan milagroso de dar la vida. En otro acto representamos una relación de pareja que empieza muy bien y luego se torna más trágica, y ahí está el empoderamiento de las mujeres guerreras. O un acto muy alegre, de un evento, una oda a la vida, de belleza. Todos esos mensajes, a través de las fuerzas de la música y de la danza, con toda esa emoción que se transmite, es lo que hace que tú puedas sentirte identificado con esos mensajes. Y el texto de la actriz que lleva el hilo conductor te hace vivir lo que estamos contando de forma muy cercana y muy emotiva.

¿Por qué un espectáculo sobre la mujer?

La idea parte de las vivencias que he tenido a lo largo de mi vida, también relacionadas con un momento especial, con una de mis hermanas, que también es artista. Nosotros arrancamos con este espectáculo y ella estaba en un curso menor estudiando. Entonces no pudo hacer la obra con nosotros y ya me quedé con aquella idea de poder hacer una creación para ella a raíz de aquel inicio. Fue una obra que no pude evitar hacerla, llevaba detrás muchísima emoción para comunicar. Es un homenaje a todas las mujeres, y se pone sobre las tablas, como decimos nosotros, esa fuerza de la mujer, esa elegancia y esa belleza. Es una obra que ha nacido de la emoción y de la sinceridad de las experiencias. Ha sido un reto muy grande, pero un trabajo también muy intenso y muy bonito, ver nacer desde una idea una obra como “Woman”.

¿Te sientes más cómodo detrás del escenario o sobre las tablas?

Es muy distinto. Estar en el escenario, que es donde más tiempo he pasado con mis hermanos, en más de 68 países, ha sido una experiencia muy bonita, enriquecedora y divertida. Haces ejercicio y lo das todo con muchísima energía, y eso es muy gratificante. El trabajo detrás de los escenarios y en la parte más de dirección, de creación y de coordinación de los proyectos ha sido un reto muy grande para mí a nivel personal y a nivel empresarial, y es donde tienes que encontrarte contigo mismo e ir superándote de una forma constante hasta llegar a un punto donde se normaliza esa capacidad de resolver cualquier obstáculo, y donde se pone en marcha toda la maquinaria a nivel creativo, a nivel de imaginación. Pero sigo aún en el escenario, aquí bailaré también.

Sobre las tablas, ¿estás más a gusto bailando o tocando un instrumento?

Tengo más tablas en el baile que en la música, a pesar de que en las dos vertientes estoy súper cómodo y me encuentro muy a gusto. La danza tiene momentos físicos que demandan de mucha energía y que cuesta, y la música te pones a tocarla y físicamente no te cansas tanto. Es más fácil de disfrutar que la danza, es más sencilla.

“Nos mudábamos todos juntos, éramos una familia muy grande y llevábamos un avión entero para nosotros”

¿Tienes en mente más proyectos?

Normalmente hacemos una idea, de cien que tenemos en la cabeza. Hay mucho por crear. En el sector de la danza, del espectáculo, del entretenimiento y de las artes hay mucho por mejorar y hay mucha necesidad de plataformas, productores o gente que pueda dar posibilidades a artistas con talento. Y ese es el área donde me estoy dirigiendo también. Aparte de la productora, tengo un centro de más de dos mil metros cuadrados que he comprado en Madrid para abrir las puertas para las creaciones y la formación profesional.

Abarcas muchísimas facetas dentro del mundo del espectáculo. ¿Te queda algo por hacer?

Quiero hacer como Robin Hood y crear una plataforma para poder financiar un montón de proyectos de artistas con talento que tienen ganas y capacidad creativa para hacer cosas, que sigan transformando a través de las artes. Entonces, mi locura ahora es conseguir hacer viable de alguna forma esa comunidad, esa base. Esa forma de poder recaudar para financiar. Al final hay una parte importantísima en los recursos necesarios para desarrollar los proyectos, que es la financiación, y es muy difícil para muchos grupos o artistas que están en su mayor parte del tiempo en la creación, en el trabajo artístico, en el que no estaba pensando en la parte financiera. Al final ese área no lo tienes cubierto y te falta una pata. Al haber llevado ya con mis hermanos la parte de gestión del grupo, en la empresa, en los contratos, en la publicidad, en ventas… conoces muy bien la importancia que tienen todos los recursos, el artístico, los recursos humanos de los equipos y el recurso financiero. Ahora mismo algo que me gustaría resolver de verdad es generar una plataforma viable que me permita poder acompañar proyectos importantes que valgan la pena para poder desarrollarlos, de otros artistas y propios, y poder seguir ofreciendo espectáculos de mucha calidad, y seguir creando vida.

Para ayudar a visibilizar a nuevos talentos también tenéis el proyecto Jump on Stage.

Es un proyecto a través del cual permitimos a otros grupos que puedan hacer de teloneros antes de que actuemos nosotros. Tienen piezas de 5 a 8 minutos que puedan abrir el espectáculo y mostrar su trabajo al público y experimentar en un escenario de primer nivel con el público, para que vivan esa experiencia, porque al final donde tú te formas de verdad, donde tú vas experimentando es en el escenario. Jump on stage. Salto al escenario, directamente.

Tanto para ti como para tus hermanos, vuestra gran inspiración fue vuestro padre.

Sí. Nosotros, desde muy pequeñitos, ya empezamos estudiando música. A los dos años y pico ya teníamos instrumentos, y nuestras madres bailaban y hacían artes marciales y de circo. Había una formación muy completa a nivel artístico y deportivo. Es algo que nos ha venido de familia y que luego lo hemos ido profesionalizando cada vez más, hasta que al final es parte de nuestra vida. Toda nuestra vida ha estado en torno a las artes y ahora seguimos aquí, y toca transmitirlo a otros.

¿Cómo os decidisteis a crear Los Vivancos como grupo?

Nosotros terminamos en el conservatorio, en el Instituto del Teatro, en Barcelona, en el 2002. Luego pensamos si juntarnos ya o tener un poco más de experiencia a nivel individual. Fuimos cada uno por nuestra cuenta unos años y en 2006 ya dijimos “venga, ya nos toca hacer algo juntos”. Entonces dejamos las otras compañías donde estábamos y nos juntamos. El 7 de julio del 2007, siete siete siete, estrenamos “Siete hermanos”, nuestra primera obra. Teníamos siempre muchísimas ganas de arrancar nuestros proyectos y también era algo que venía desde pequeños. Con nuestro padre queríamos hacer al principio un circo porque éramos muchísimos para esto. Teníamos una ilusión muy grande por realizar trabajo en familia. Hicimos el estreno y a raíz de ahí fue un no parar.

¿Cómo es trabajar en familia?

En el trabajo en familia tienes que tener algo en común que te permita que vaya natural y fácil. Si no es así, no se puede realizar, porque cuando te conoces mucho… Tenemos una personalidad muy marcada y no hay filtros de nada. Para que las cosas realmente salgan bien, tiene que haber algo en común, que es lo que se dio en nuestro caso. Ahora yo tengo unas inquietudes distintas a mis hermanos en cuanto a lo que es montar un centro de formación y de creación. Pero en el trabajo en familia, en nuestro caso, hemos tenido de todo, momentos muy complicados y momentos maravillosos, que son la mayoría, y es lo que realmente nos ha permitido llevar una carrera con muy buenos recuerdos, muy buenas anécdotas y muy buenas experiencias. El trabajo en familia tiene sus dificultades, pero si tienes algo en común que te une, hay una ilusión detrás y se trabaja, sale natural. En estos momentos, yo no formo parte de Los Vivancos, porque estoy con “Woman”, mi primera creación, que he hecho en colaboración con mi hermano Elías.

Sois una familia muy grande… 

Somos 40 hermanos. Yo ahora soy padre de una hija y puedo entender el jaleo que debía de haber en casa con tanto niño, pero para nosotros era muy divertido, muy entretenido y con muchos hermanos, amigos hermanos, un grupo muy grande. Entretenido, bonito.

Durante tu carrera has recibido muchos premios.

Realmente el premio que más ilusión me ha hecho, aparte de los que nos han dado, es el poder compartirlo con el público. Que hayamos podido conectar con nuestro trabajo, con la gente, con la misma ilusión, emoción y fuerza que nosotros, o yo en este caso. Verlo compartido desde el escenario con la reacción y la emoción que genera en el público es lo que más te llena y satisface. Que te den un premio está muy bien, es muy bonito, pero esa emoción que ves en los ojos de una persona que está viendo tu trabajo y esa oportunidad que tenemos de compartirlo es lo que más me gratifica.

Has vivido en muchos países del mundo.

Cuando tenía dos años nos fuimos de España. Al principio a Canadá, estuvimos en Holanda, hemos vivido en México, en Estados Unidos, en Inglaterra… Cuando vives así te acostumbras, pero cuando estás de gira, te despiertas y no sabes dónde estás. Pero los viajes también te permiten tener una flexibilidad o una apertura mental de distintas culturas, y más recursos. Nosotros nos mudábamos todos juntos, éramos una familia muy grande y llevábamos un avión entero para nosotros. Luego ya a nivel de gira también hemos viajado en familia. En ese momento no teníamos hijos. Ahora que ya tengo una hija, la echo mucho de menos y me la quiero llevar conmigo a todas las giras, entonces ahí es donde tienes que elegir, y medimos más porque hay unas prioridades distintas.

Un placer haber compartido esta charla contigo, Aarón. Por último, nos gustaría conocer tu opinión sobre el comercio de proximidad y nuestra revista, Acelobert.

Todo mi apoyo y todo mi ánimo para Acelobert y para el comercio de proximidad. Es necesario que no lo acaparen todo las multinacionales. Lo más pequeño es muy necesario y tiene algo particular y personal que siempre es bueno que haya. Acelobert es un proyecto que, al final, es como el mío, se genera algo muy particular de alguien que quiere ofrecer y llegar a la gente y transmitir algo que es bueno. Creo que es muy positivo que haya revistas como esta y que se llegue al público para transmitir estos mensajes de forma más particular.

Te deseamos mucha suerte con “Woman” y con todos tus proyectos. ¡Un placer!

María Jesús Mirón