Entrevista a Mercè Arànega. Revista Acelobert Barcelona. Agosto 2023

Mercè Arànega: “Le decimos extrema derecha, pero dejémonos de hostias, es el fascismo”

Por: Antonia Utrera.-

Mercé Arànega (Buenos Aires, 10 de mayo de 1957) es actriz catalana. Ha desarrollado una amplia carrera en televisión, cine y teatro. Es especialmente conocida en Cataluña por sus papeles en las series de Televisión de Cataluña:»Estació d’enllaç», «El cor de la ciutat», «Gran Nord» o «La Riera».

Estudió arte dramático en el Institut del Teatre de Barcelona, y posteriormente complementó su formación con cursos de pantomima, Commedia dell’Arte con Carlo Boso y método Stanislavski con Carlos Gandolfo. En 1994 recibió el premio Nacional de Cinematografía de la Generalitat de Cataluña, por su interpretación en “Rosita, please”. El 1997, el premio Margarita Xirgu, por su papel en “El Amante”. En 2009, el premio Butaca a la mejor actriz por “Mort de Dama”.

Su último trabajo “Instrucciones para hacerse fascista” se estrenó en diciembre del año pasado en Girona, en el festival de Temporada Alta. Y ahora de nuevo en el Grec de Barcelona, una obra producida por Mola Producciones, la compañía de Pere Arquillué y Anna Ríos, que nos invita con ironía y buen humor a reflexionar sobre el fascismo y su metodología. De todo esto hablamos en la entrevista que muy amablemente nos ha concedido.

En cartel hasta el 13 de agosto en la Sala Villarroel, dando instrucciones…

Esta obra es un libro que se llama «Instrucciones para hacerse fascista», que es de una italiana, Michela Murgia, y ella lo escribió hace cinco años, es decir, cuando la subida de la extrema derecha en Italia y en toda Europa. Y entonces, aquí, cuando la hicimos en diciembre, ya habían pasado las elecciones. Le decimos extrema derecha, pero dejémonos de hostias, es el fascismo, en que aquí el fascismo había subido mucho. Lo que no sabíamos es que habría elecciones ahora.

Claro. Y que coincidiría. La obra es un monólogo?

Sí, es un monólogo. Es cómo si fuera un stand-up comedy, porque yo monólogos, es el cuarto que hago, pero en los monólogos haces un personaje, hay una cuarta pared. Es decir, sí que hablas de cara al público, pero no hablas con ellos, no hay una interacción. Y en cambio aquí todo el tiempo hay una interacción. Estoy hablando con el público, les digo cosas, por lo tanto, es diferente. No es un monólogo teatral al uso. Es cómo si fuera una monologuista, como estas que hablan al público y hacen chistes y todo esto.

Entrevista a Mercè Arànega. Revista Acelobert Barcelona. Agosto 2023

 

Cuando hiciste «Shirley Valentine» dijiste «esta es la tercera vez y la última. No volveré a hacer más monólogos».

Ahora vuelvo a decir que esta es la última.

Esto es una recaída.

Sí, es una recaída (ríe) pero me parece que esta es la última. Sí, porque te sientes muy solo, mucho, mucho. Lo que pasa es que para hacer esta obra tenía que ser uno solo, porque es una conferencia y una conferencia lo tiene que hacer un solo. Y cuando cayó este texto en mis manos y de Miquel Gorris, el director, estuvimos de acuerdo en que esto se tenía que hacer, que era necesario hacer una cosa así, hacerla desde la ironía, desde el humor, pero que era muy necesario en este momento.

¿Lo sientes como un compromiso contigo misma?

Tiene algo de compromiso. Tiene algo de compromiso conmigo, con la sociedad, políticamente. Sí, claro que tiene algo. Antes de que nada, teatro, pero es evidente que aquí hay un mensaje muy claro. Es decir, el fascismo ha subido y dejémonos de hostias. Tenemos que mirar dentro nosotros mismos. Una función de teatro no puede parar el fascismo. Lo que sí puede, es hacernos ver qué pequeño fascista tenemos todos dentro de nosotros. Es decir, ¿por qué han llegado dónde han llegado?

“Si alguien quiere dejar toda su vida en manos de otro, es un buen candidato a ser fascista”

¿Por qué?

Pues han llegado dónde han llegado porque no les hemos dado tanta importancia, les hemos abierto la puerta, hemos ido diciendo que no había para tanto, pero detrás de todas estas cosas que dicen, que parece tan fácil, detrás hay mucha mierda. Pero esto no nos lo dicen, solo nos dicen lo fácil. A ver, la democracia es lenta, es cara. Hay muchos diputados, muchos senadores, esto es muy caro. Y esto lo dice la gente. Y dices, sí, pero esto es lo que nos permite ser libres, lo que nos permite discutir, opinar. Pero claro, no te dicen que lo que hay detrás es que te convertirás en un cordero, en un borrego, que harás lo que dice una sola persona, que todo el mundo hará lo mismo. Claro, dicen sobre las mujeres, las mujeres, su teoría es que ahora, sí, se las agrede más. Pero ¿por qué? Porque no queremos la protección de los hombres. Claro, antes los hombres nos protegían. Pero ahora no. “Pues entonces, como no quieres que te protejan, te jodes”

Obediencia igual a protección.

Claro, es muy engañoso todo lo que están haciendo. El otro día me enteré que, no sé si es concretamente Vox, ha cogido jóvenes de estos que hacen de influencers, de estos que hacen tiktokers, que son guapísimos, no sé qué. Y les pagan dinero para entrar mensajes fascistas, consignas, que estos jóvenes ni saben qué quiere decir, ni les importa una me. Y claro, tienen 500.000 seguidores. Es decir, que lo hacen muy bien. Lo hacen muy bien y tenemos que vigilar mucho.

Parece que hay muchos jóvenes en sus filas…

Claro, porque lo que dicen es muy fácil. Es cómo.. “no nos complicamos tanto la vida. Es mucho más sencillo. La política tiene que ser sencilla”. Y dices, hombre, no es tan sencillo. Claro, Todos podemos ser fascistas. Aquí se van las libertades a la mierda. Volvemos a la época de un Franco, de un Mussolini, de un Hitler. O de un Putin. Hay un momento que lo dice, que lo digo yo, que lo dice la Murgia: Todos podemos ser fascistas, da igual la nacionalidad, el origen, el color de la piel, o que seamos de derechas o de izquierdas. El fascismo es un método, no es una ideología. No tiene ideología. Es que no tiene ideología!

Un método que está arraigado en el propio sistema en el que vivimos.

Claro, un totalitarismo, es esto. Vaya rollo te acabo de meter…

No, no, no! «Instrucciones para hacerse un fascista»…

Y esto es con humor. Todo esto que te he dicho.

Entrevista Mercè Arànega. Revista Acelobert Barcelona. Agosto 2023

Un cursillo de una hora.

Exacto, primero explico como he llegado yo, que no era fascista, a convertirme en fascista. Que es leyendo el libro este. La solución a todos nuestros problemas. Y entonces después, como que en este libro hay unas instrucciones, pues evidentemente están comprimidas. Quiero decir, no es muy largo. Sergi Pompermayer ha hecho una adaptación y está muy bien. Y entonces hago este cursillo. Y después todavía seguimos haciendo más cosas. Hacemos también una entrevista que saco a alguien del público. Hay un «fascistómetro» y la gente al entrar, hay un QR, que con el móvil tú captas aquel QR y es un cuestionario en el que hay unas preguntas y una puntuación. Y entonces después yo, depende de la puntuación que hayas sacado, te diré en qué nivel de fascismo estás.

¿Y que tal los resultados?

Yo no lo puedo saber. Generalmente sale el segundo nivel. Lo sé por mis amigos, que pensaban que les saldría cero y les sale un 5 o un 6…

¿Se requieren habilidades especiales para ser un buen fascista? ¿qué perfil, qué estructura psíquica se requiere?

Estructura psíquica, nula. Nula. Absolutamente nula.

Capacidad empática, cero.

Exacto, cero. Solidaridad cero. Es decir, no ganas de pensar. Para ser un buen fascista tienes que dejar toda tu vida en manos de otro. Otro decidirá por ti. Y por tanto tu vida será muy fácil. Si alguien quiere dejar toda su vida en manos de otro, es un buen candidato a ser fascista.

En manos de otro…

Quiero decir, en manos de otro que se lo organice. Tanto la vida privada, como la pública, como el trabajo, como todo.

Después no puedes quejarte de lo que te pase…

No, pero es que además ya lo dice: una sola patria, una sola lengua. Es mucho más cómodo. La democracia te permite tener muchas religiones, muchos modelos familiares, es una confusión total. En cambio, con el fascismo es una sola lengua, una sola patria, un solo pueblo, un solo modelo de familia,
una sola cultura. Esto es mucho más fácil.

Y más económico, también.

Sí, claro, con el fascismo te ahorras senadores, diputados, Parlamentos autonómicos, te ahorras todo.

Ser demócrata es muy cansado y muy desagradecido.

Exacto.

“Una función de teatro no puede parar el fascismo. Lo que sí puede es hacernos ver qué pequeño fascista tenemos todos dentro de nosotros”

Tú decías que el pensamiento fascista apela a los miedos más básicos.

Sí, perder el trabajo… Esto lo decimos en la función. Cuando tienes que negociar cualquier problema, aquí decimos el “descenso del trabajo” de los trabajadores, claro. La democracia siempre, cuando hay un problema de estos, o de sanidad, tiene que hacer un estudio sobre cuáles son los modelos, la crisis internacional, las materias primas… Y el fascismo dice que todo esto es muy complicado. Por ejemplo, en este caso de los trabajadores, lo único que le tienes que decir es que sí, que perderá el trabajo. Pero ¿por qué? Porque no paran de llegar moros y negros que se lo joderán. Es por eso que lo perderá. No hace falta que nos compliquemos tanto. Es decir, las respuestas son sencillas y directas.

Toda la culpa, la inmigración…

Y que no son idiotas. Ya la gente tiene miedo de tanta inmigración, la gente no recuerda que este país ha sido un país de emigrantes, primero hacia América y después en los años 50, 60 y 70, hacia Alemania, hacia Francia… La gente que ahora está en contra de los inmigrantes no recuerda que sus padres o sus abuelos han estado en Alemania trabajando. Hay poca memoria. Tenemos muy poca memoria.

O una memoria muy selectiva.

Sí.

Cuando hablamos de democracia, ¿hablamos de democracia real o de democracia formal?

Esta es una pregunta muy política, y entonces.. yo no quiero dar opiniones sobre política como si fuera un politólogo, porque yo soy actriz, mi opinión es la opinión de alguien de a pie. Claro, la mayoría de democracias no son buenas, últimamente. Esto es evidente. Winston Churchill dijo “que la democracia es el peor sistema de gobierno, con la excepción de todos los otros”. Es decir, que no es un buen sistema, pero todos los otros son peores.

Es el mejor que tenemos.

Es el mejor que tenemos, por ahora.

“La gente no recuerda que este país ha sido un país de emigrantes”

En realidad, necesitamos mentes abiertas para poder afrontar esta situación.

Sí, pero claro, una no, ya estamos. Todos la tendríamos que tener más abierta. Falta cultura, falta información. Falta mucha información.

La ironía y el humor es una buena herramienta para ayudarnos a reflexionar.

Claro, claro, claro. Por eso que te decía, yo no puedo parar un movimiento político, pero si que puedo ayudar un poquito, que todos miremos adentro nuestro, a ver… Ostras, pues yo esto también lo he pensado alguna vez. Y como dice la Murgia al final de su libro, dice, ahora habéis acabado de leer esto,
hemos reído mucho, y todos pensáis, «bueno, ahora volvemos a lo de siempre. Ellos allá y nosotros aquí». Pero no es verdad. No es verdad. La cosa no es tan sencilla.

Hacer esta reflexión y mirarse para adentro para ver qué parte de fascismo hay en cada uno de nosotros ya es mucho.

Sí, sí.

Entrevista a Mercè Arànega.Revista Acelobert Barcelona. Agost 2023

 

Naciste en Buenos Aires, el 10 de mayo?

Sí, el 10 de mayo.

Sabes que en Viquipèdia dice 21 de septiembre?

Sí, pero una vecina mía lo cambia cada año y cada año lo vuelven a poner. Se ve que hay alguien que quiere que yo haya nacido el no sé qué de septiembre. Le debe de hacer ilusión.

Y con 10 años viniste hacia Barcelona.

Sí, mis padres ya eran mayores. Mi padre era exiliado, hizo la Guerra Civil aquí, después se fue a Francia, se escapó, lo engancharon los alemanes, estuvo en el campo de concentración. A mi madre, su primer marido, lo mataron en la guerra. Mis padres se casaron cuando ya tenían cuarenta años, y a mí me tuvieron cuando tenían 40 y pico de años, que en aquella época era mucho. Se fueron a París, se conocieron mucho después. Cosas de la guerra. Por eso, que yo en mi familia, lo del fascismo lo he vivido bastante.

Y con 19 años estabas haciendo teatro de aficionada.

Sí, en Badalona, en el Círculo Católico. Me gustaba y tenía un novio que hacía teatro, y entonces yo también me fui para allá, con el novio a hacer teatro. Y me gustó. Entonces me fui al Instituto del Teatro.

Pero tú querías ser abogada.

Eso sí, de pequeña. Me decían el abogado de los pobres en casa, porque siempre defendía «los que no tenían razón». Bien, que no tenían razón o que nosotros lo pensábamos así.

Has hecho mucho teatro. De todos los personajes que has hecho, ¿hay alguno especial para ti?

Sí, hay dos personajes, uno es la Neus Català, evidentemente. También era un monólogo, gran luchadora, gran luchadora contra el fascismo europeo, una vida ejemplar, maravillosa. Y el otro es ‘Mort de dama’, es por la que me dieron el premio Nacional, era un gran payaso, inmenso, y también guardo muy buen recuerdo. Y después guardo muy buen recuerdo, pero era muy joven, de mi paso por el Dagoll Dagom. Esto son épocas maravillosas, tenía 25-26 años, y te empiezas a comer el mundo, pero he hecho muchas cosas, muy bonitas, a mí me gusta mucho mi trabajo, mucho.

Y también has hecho mucha televisión.

Yo hago tele desde que hice segundo en el Instituto del Teatro. Mucha, porque también hice el ‘Betas y films’, presentaba el ‘Tariro, Tariro’ con La Trinca…Pues, no sé, la tele ha sido otra casa mía. He hecho muchos, muchos años, muchos años. Y me gusta mucho, de verdad, me gusta mucho, sí. Y me gusta mucho hacer teatro. Es que todo forma parte del trabajo. Son canales diferentes, pero todo forma parte del trabajo. Son maneras de trabajar diferentes, de ensayar diferente, pero cuando tienes uno, echas de menos el otro, y así.

¿Tus hobbies?

Me gusta mucho la jardinería. Vivo fuera de Barcelona, en la montaña. Y me gusta hacer mandalas, me gusta hacer punto. Mis aficiones son jardinería, mandalas, hacer punto y leer. Leer muchas horas cada día.

¿Cuál es el último libro que estás leyendo?

Ahora estoy leyendo el de Maggie O’Farrell, el de la Hammet, el que ha sacado ahora, “El retrato de un matrimonio”. Es buenísima. Es una autora inglesa. Buenísima. Y estoy hojeando otro que es muy divertido, que se llama «Señoras que se empotraron hace mucho». Son mujeres lesbianas a lo largo de la historia. Muy divertido, está muy bien.

¿Proyectos?

Me voy al Teatro Borrás del 15 de septiembre al 15 de octubre. Entonces, el 20 de octubre empiezo a hacer bolos hasta enero, pero en diciembre ya entro al Nacional a hacer «Los Wattson» dirigida por Josep María Mestres. Que acabaremos en marzo, me parece, y en abril empiezo a ensayar en el Nacional también, «Amnesia» de Nelson Valente, que es del mismo que Los Perros, que es el que haremos en el Borrás. Y acabaré el 9 de junio.

¡Madre mía!

Desde de aquí tres semanas hasta el 9 de junio del año que viene… Ahora que me he jubilado, ahora tengo mucho trabajo.

Muchas gracias Mercè, y enhorabuena por tu trabajo.

Antonia Utrera