Los caminos para llegar a ser quien queremos ser

A menudo, tarde o temprano, a todos nos llega un momento en la vida en que surgen ciertas preguntas que nos trastocan y nos hacen cuestionar diferentes aspectos, valores y creencias que, hasta entonces, nos habían servido de guía o apoyo en nuestra vida.

¿Estoy bien en mi trabajo? ¿Qué sucede con mi relación sentimental? ¿Se acabaron mis objetivos en la vida? ¿Soy feliz con lo que tengo? Estas y otras muchas preguntas existenciales aparecen en muchos momentos de nuestra vida, pero lo más habitual es que no tengamos una respuesta con certeza.

Esto, unido a que nos encontramos en la zona de confort -a la que llaman costumbre-, provoca que ignoremos los mecanismos maravillosos y básicos de la naturaleza humana -para muchos, conocidos como misterios pero que, en realidad, son desconocimientos-, del espíritu, del cuerpo y de la mente para lograr lo que queremos.

Ante todo esto, ¿por dónde podemos empezar?

Hay muchos caminos que nos llevan a conseguir este ‘gran objetivo’. El primero, el despertar de la conciencia y, a partir de aquí, una infinidad de puntos en los que incidir, como soltar las emociones que no hemos sabido gestionar, identificar sentimientos tóxicos para purificarlos y detectar las creencias limitadas que conllevan los patrones limitantes.

¿Cómo podemos evitar entrar en un bucle emocional?

Lo más importante es ir hasta la raíz del problema para solucionarlo y evitar entrar en este bucle.

Para poder desbloquear los bucles emocionales podemos emplear herramientas que encontramos en diferentes terapias como la kinesiología, que nos permite descubrir los desequilibrios emocionales y energéticos a través de nuestro propio cuerpo. Otra opción es el reiki, con el que se canaliza la energía (la nuestra y la del terapeuta) y nos permite aprender a unirse al resto de energías naturales que nos rodean.

La terapia floral, la gemoterapia, el fengshui, la sanación pránica o la terapia ayurvédica también son caminos alternativos que nos pueden ayudar a salir o no entrar en el bucle emocional.

Ante este abanico de terapias lo más importante es tener claro que todas tienen como punto de partida la misma base y que la efectividad dependerá de cada persona, por que cada uno reacciona de diferente manera a los estímulos que provocan las terapias. Por eso es conviniendo conocer diversas para poder escoger la que mejor se adapta a nosotros.

Tenemos, por tanto, una serie de herramientas y caminos alternativos que podemos utilizar para crecer personalmente y lograr nuestros objetivos. Entonces, ya no tenemos que preguntarnos si podemos ser quienes realmente queremos ser, sino que debemos creer que podemos hacerlo y que sólo depende de nosotros mismos.

Norbert Schueler, Director
www.ichbinbarcelona.com