Anna Barrechina

Entrevista a Anna Barrachina

Anna Barrachina: “Siembre he buscado los papeles dramáticos pero la vida me ha llevado hacia la comedia”

Por Marta Codina.

Anna Barrachina vuelve a los escenarios con la comedia Oh, mami!, en cartelera en el teatro Borràs hasta el 9 de Junio. Proveniente e la cantera de La Cubana, siempre tuvo claro que quería ser actriz. Su padre quiso que primero fuera a la universidad, pero cuando la vió actuar por primera vez en «Cómeme el coco, negro», comprendió que ella tenía que continuar arriba del escenario. Es una apasionada de la lectura desde muy pequeña, desde que su madrina le comenzó a regalar libros para el día de la mona. Siempre estará agradecida a La Chata, la directora del casting que creyó en su aptitud dramática y que le dió la oportunidad de formar parte del elenco de Ventdelplà. Confiesa que le encantaría hacer un papel de mala, que aún nadie le ha ofrecido. Cinéfila y devoradora de series televisivas, reconoce hay pocas buenas comedias y que como espectadora, cualquier género le agrada si está bien realizado.

Las protagonistas de «Oh, mami!» abren una pastelería para liberarse de la rutina y del tedio diario. ¿Tu también has sentido alguna vez la necesidad de cambiar y buscar nuevas emociones?
Supongo que si, pero en aquel momento no he sabido encontrar un plan B. A veces, he querido hacer algún cambio de rumbo a nivel laboral, con tal de tener mas estabilidad económica, pero soy una apasionada de mi trabajo y no he podido encontrar ninguna otra cosa que me apasione tanto. No soy tan atrevida ni descarada como mi personaje.

¿Qué cosas te parecen tediosas?
La plancha. No soporto planchar. Y todo eso que tiene que ver con los números. Tuve un profesor que me va a enseñar a querer a las matemáticas, y que me demostró que los números tienen que ver con muchas mas cosas de las que parece. Pero aún así, los números me aburren. Soy absolutamente de las letras.

Y eres una gran lectora…
Si, me gusta mucho leer. Un profesor de una universidad extranjera dijo que los países avanzados son aquellos en los que se lee. Yo leo desde muy pequeña. Me encerraba en mi habitación y devoraba libros. Leer es muy importante para muchas cosas: para el lenguaje, para la ortografía, para la imaginación… Siempre tuve un mundo imaginario muy especial, muy mio, que espero no perder nunca. Pero es cierto que ahora vivimos en una sociedad en las que todo va muy rápido y en la que se impuso la imágen, y eso ha hecho que se dejen de agarrar libros.

¿Que libro no has dejado de agarrar?
Mas que un libro, un escritor. Yo adoro a José Luís Sampedro. Es un gran escritor. Ojalá todos los politicos fueran como el.

¿No tenemos buenos políticos?
Estoy desencantada con los políticos. Los escuchas hablar y sientes que hay una falta de respeto muy grande y muchas mentiras. A mi no me agradan las mentiras, no las soporto. Lo que mas me gusta es trabajar con la verdad, buscar la verdad.

La obra se trata de la búsqueda de la felicidad y el placer. ¿A ti que te hace sentir bien?
Yo misma. Es un buen ejercicio que tendríamos que hacer todos. Mirar dentro nuestro y hacer aquello que nos agrada. Hace poco, fui al barrio Gótico. Hacía mucho tiempo que no iba a pasear por sus calles y me hizo muy bien… Me hace feliz pasear, caminar por la ciudad.

Tu querías ser actriz desde muy pequeña. Teniendo las ideas tan claras ¿Por qué estudiaste Filosofía?
Porque mi padre me dijo que si quería ser actriz, primero tenía que estudiar. Hice el primer año de filosofía pero me interesaba muy poco. En lugar de ir alli, me iba a clases de teatro. Hasta que me propusieron entrar en La Cubana y lo dejé todo.

Cuando de pequeña pensabas en ser actriz, ¿Te imaginabas haciendo un teatro como el de La Cubana, con pelucas, dentaduras y estridencia?
Nunca. Mi tio era actor dramático en Madrid, en la compañia de Núria Espert. Yo también quería ser actriz dramática. Pero la vida me va a llevar hacia otro lugar y le estoy muy agradecida.

¿Formar parte de la cubana marcó tu trayectoria profesional?
Totalmente. Todavía hay muchos prejuicios. Yo también los tengo, pero procuro tener cada vez menos. Creo que lo peor que tiene el ser humano es el prejuicio. Y a mi me va a marcar mucho. Siempre he buscado papeles dramáticos, pero la vida me llevó a la comedia. En la comedia, también hay drama y yo me tomo la comedia con mucha seriedad.

Alguna vez has dicho que de pequeña querías ser actriz para no tener una vida rutinaria. ¿Lo has conseguido?
Y tanto! Al final, se agradece un poco la rutina. Levantarte a la misma hora, ir al gimnasio, tener horarios… Yo quería ser actriz para poder vivir vidas diferentes. Me gusta mucho la gente y observarla como camina, como gesticula… Me fijo mucho.

¿Es así como preparas tus personajes?
Eso es secreto de sumario. Pero si, la creación de un personaje es como la elaboración de un plato de comida. Es un proceso artesanal. Pones un poco de esto, pruebas un poco de aquello. Los referentes son muy importantes para poder crear un personaje real y llegar al público.

De todos los personajes que has interpretado, ¿Con cual tienes mas similitudes?
Todos tienen una parte mía. El ser humano tiene diferentes máscaras. Hay muchos colores distintos dentro de una misma persona y se trata de saber encontrarlos.

¿Alguno con el que te haya costado conectar? ¿Que se te haya resistido mas?
Siempre acabo haciendo y adaptándome al personaje. El secreto es no juzgarlo nunca y entender como es y por qué hace lo que hace, aunque sea un comportamiento malo. Pero es una lastima: nunca he hecho de mala, y me encantaría.

Te agrada mucho cocinar. ¿Con qué plato sorprenderías a tus invitados?
Hago comida casera, de mercado. Asi que les prepararía un Xató. Es un plato que hago cada año, para mi cumpleaños. Parece fácil pero lleva mucho trabajo. Y es un plato que invita a que venga mucha gente. Me encanta ser anfitriona y rodearme de familia y de amigos.

¿Qué opción te gusta mas: película en pantalla grande, butaca y escenario, o sofa y Netflix
Las tres opciones me gustan. Hay momentos para todo. En una tarde de lluvia, sofá y Netflix. Si es una noche de de invierno, cine. Y el teatro, siempre.