Entrevista a Toni Albà

Entrevista a Toni Albà

«Me harías muy feliz si me llevaras en el aeropuerto y me dejaras sentado mirando a la gente»

Ester Magdaleno
Diciembre’14

Butacas juntas en una sala de teatro, a estas horas, vacía. Toni Albà rompe el silencio haciendo parodia de unos y otros. Actor, autor y director de espectáculos nació en Vilanova y la Geltrú (Barcelona). Hace reír a los espectadores desde el escenario desde los años 80. Albà se formó en escuelas de teatro, algunas especializadas en mimo y Pantomima, entre Barcelona y París. Una cincuentena de obras, giras por todo el mundo y una quincena de premios reconocen su trayectoria en el teatro. También ha pisado la televisión y la gran pantalla. A los programas Crackòvia y Polònia de TV3 ha hecho del Rey Juan Carlos, Carod o el Papa, entre otros. Estos días representa el Jove Teatro Regina «Histeria Sagrada» que trata sobre los conflictos religiosos.

Está todo permitido en el humor?
Siempre. No nos podemos poner nunca límites. Todo es posible, sólo hay que tener en cuenta cómo lo haces, como hablas del problema, como te enfrentas y como el resuelves. Siempre hay que hablar de cualquier tema porque sino nos estamos censurando, estamos creando un tabú y empezamos a tener una sociedad enferma.

Entonces, ¿cómo se debe hacer?
Woody Allen dice que comedia es tragedia más tiempo. Yo diría mejor, factor tiempo. Yo me acuerdo que cayeron las Torres Gemelas de Nueva York, a los ocho minutos ya llegaban aquí los primeros chistes. Pero aquí, es decir, con la distancia, que es cuando puedes reírte de las cosas.

Tú nos has hecho reír a muchas personas con tus parodias. ¿Qué te dice la gente que imitas?
Hay de todo. A algunos no les cae bien como los imito, a otros les parece estupendo y hay quien no se reconoce. Hace años el Presidente Mas me dijo que él no decía ‘caramba!’. Y le dije que no, pero que con esa cara tan cuadrada le queda muy bien decirlo. Cada imitador tiene su manera de hacer las imitaciones. Es cuestión de gustos.

Te queda alguien para imitar?
Siete mil millones de seres humanos! Me gustaría imitar muchas personas conocidas, pero también personajes de ficción. Muchas veces haces un personaje para que tu cara es la que más se adapta a la caricatura que tienes que hacer.

Vaya! Nos estamos perdiendo mucho?
Algunos los imito por afición aunque no los he hecho nunca en un espectáculo, como el alcalde de Barcelona.

Y, en la intimidad, cuando los imitas?
Muchas veces voy conduciendo el coche y estoy sintiendo la radio y me pongo a imitarlo, por ejemplo, a Montoro. Los coches que junto me miran y me riendo, porque no soy consciente de ello. Las imitaciones van viniendo y voy haciendo. Muchas veces también voy repasando textos.

Como puertas esto de trabajar en el teatro y en la televisión a la vez?
Esto me pregunto yo! Es muy difícil porque los horarios televisivos son muy madrugadores. Cuando hacemos televisión me levanto muy temprano, hacia las cuatro y media ya las cinco salgo de Vilanova.

¿A qué hora tienes que estar en el plató?
Hacia las seis. Tomo un café o unas hierbas y entro a caracterización. Después de una hora y media me despierto con una cara nueva. Paso por peluquería y vestuario y empezamos a grabar a las ocho hasta pasadas las tres de la tarde.

¿Y luego por la tarde te toca hacer representaciones en el teatro?
Sufrí mucho los primeros meses cuando hacíamos La familia irreal porque acababa la actuación a las tantas de la noche. Después iba hacia Vilanova, dormía un par de horas y volvía para grabar televisión. Llegaba el día siguiente que no tenía voz para cantar porque no había dormido.

¿Qué necesitarías?
Necesitaría pasar muchas horas distraído, es decir, estar sentado y mirar a la gente. A mí me harías muy feliz si me llevas al aeropuerto y me dejas sentado mirando a la gente. Soy la persona más feliz del mundo. Miraría como anda la gente, observando personajes … Pero no tengo mucho tiempo para hacerlo.

Además de actor, eres autor y director de espectáculos. ¿Qué tarea te gusta más?
Lo que más me gusta es ser actor ya sea delante de las cámaras, detrás de un micrófono o ante el espectador. Cuando hago de director estoy sufriendo muchísimo porque no hay nada que hacer. Es como cuando un niño tiene un año y medio y dejas que comience a dar sus primeros pasos. Siendo director en el teatro no puedo subir al escenario y decir que vuelvan a empezar.

¿Y como es el trabajo de autor?
Es más íntima. Tengo que distraerse y escucharme más. Cuando estoy escribiendo tengo que encontrar la esencia de todo en esa palabra, sílaba, respuesta o reflexión sin dar soluciones, sólo proponer incógnitas o situaciones que el espectador lo hagan reír y emocionar. Esta es la única cosa exigible porque venimos al teatro a emocionarnos.

También eres autor del libro ‘Ser o no ser catalanes’. ¿Por qué la has escrito?
Este libro vino después de las charlas que la Asamblea Nacional Catalana me pidió que hiciera por el país. Hablo de quienes somos los catalanes, del deseo de serlo o no, hablo de experiencias personales. Creo que tenemos la oportunidad de decir quiénes somos y cómo queremos organizarnos o sino desapareceremos. Es una voluntad de ser y tener un proyecto común que debe avanzar como nos dé la gana. Debemos tener la libertad de poder decidir que queremos hacer. Escribir este libro me ha ayudado a aclarar ideas e invitar a la gente a reflexionar.

¿Te gustaría ser político?
Y millones de cosas más! Me gusta la política, pero también me gustaría haber sido arqueólogo, me gustaría haber hecho biología porque me gusta mucho el comportamiento animal, también la historia, hacer deportes de aventura o hacer de periodista para investigar temas. Soy un catacaldos. Pero si me tuviera que ganar la vida seguramente tendría una pollería porque es el negocio familiar y lo sé hacer muy bien.

No tenemos duda, pero esperamos verte mucho más tiempo en el escenario.

Post a Comment