Beethoven

Beethoven, el genio plebeyo

Si algún compositor merece el nombre de revolucionario ése es Beethoven. Él llevó a cabo lo que probablemente fue la revolución más grande de la música moderna y cambió la manera en que la música se componía y apreciaba. La suya es música que no calma, sino que conmociona y perturba. Es la música que hace pensar y sentir.

El mundo en el que nació Beethoven era un mundo agitado, un mundo en transición, un mundo de guerras, revolución y contrarrevolución: un mundo como nuestro propio mundo.

De él llego a afirmar Igor Stravinsky lo siguiente:

“Beethoven es amigo y contemporáneo de la Revolución Francesa, y continuó fiel a ella incluso cuando, durante la dictadura Jacobina, los humanitarios de nervios débiles del tipo de Schiller le dieron la espalda prefiriendo destruir tiranos en el escenario teatral con la ayuda de espadas de cartón. Beethoven, ese genio plebeyo, quien orgulloso despreció a emperadores, príncipes y magnates –éste es el Beethoven que nosotros amamos: por su optimismo inquebrantable, su tristeza viril, por la inspirada pasión de su lucha y por su voluntad de hierro que le permitió agarrar al destino por la garganta–.”

Beethoven llevó a cabo lo que fue, probablemente, la revolución más grande de la música moderna. Hasta el final, nunca dejó de empujar la música hasta sus límites.

Después de Beethoven era imposible volver a los viejos tiempos en que la música era considerada como un somnífero para los patrocinadores ricos, los cuales podían dormitar durante una sinfonía y a continuación se iban a casa a dormir tranquilamente en la cama.

Después de Beethoven, ya nadie regresaba de un concierto tarareando agradables melodías.

Lástima que esta composición, su novena sinfonía, que en su momento significó libertad, sea usada como el himno de la Unión Europea, una organizacion de plutócratas, opresores y enemigos declarados de la democracia que hoy chantajean a un pequeño país como Grecia que tan solo busca vivir conforme a esos ideales de dignidad, justicia y libertad que inspiraron al gran genio alemán.

Pepe Ruiz Duran

 

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